Gobierno de España
Sánchez canta a Sabina mientras espera el otoño
El inquilino de La Moncloa espera tomar resuello en el Debate del Estado de la Nación, pero su nueva hoja de ruta empieza de verdad en septiembre
Joaquín Sabina hilvanaba a menudo canciones con letras que encandilaban sobre todo a aspirantes a canallas. «El verano acabó/El otoño duró lo que tarda en llegar el invierno» entonaba con su voz quebrada en la inolvidable «Y nos dieron las diez...» Pedro Sánchez sube hoy a la tribuna del Congreso, en el primer Debate sobre el Estado de la Nación desde hace siete años, con la mente puesta en el próximo otoño y más allá. El presidente, a pesar del éxito y del baño de dignatarios mundiales que se dio en la Cumbre de la OTAN –«sé que no lo soñé», cantaba Sabina–, no vive las mejores horas de su Gobierno y por supuesto ha obviado que fue Mariano Rajoy quien logró traer a Madrid la reunión que ha disfrutado su sucesor. Las encuestas, sirvan para lo que sirvan, son adversas para los socialistas y también para sus socios a la izquierda, con la incógnita, claro, de cuánto sumaría Yolanda Díaz con su «Sumar» y sus «medidas felices», que parece ser su gran aportación a la política, al margen de alcanzar «la democracia económica», algo que por ahora no explica cómo se puede conseguir. Sánchez necesita a Díaz, como repite desde hace meses Iván Redondo, y Díaz necesita seguir en el Gobierno, al margen de que en el último Consejo de Ministros dicen que tuvo una intervención que sorprendió a todos, presidente incluido, que eludió la polémica. Tomó nota y nada más.
El inquilino de La Moncloa espera coger resuello en el Debate del Estado de la Nación, pero su nueva hoja de ruta empieza de verdad en septiembre. Está diseñada, sobre todo por Contreras y Barroso, históricos asesores en algunos momentos de Felipe González y en casi todos de Zapatero, que ahora tiene buena sintonía con su sucesor. Sánchez intentará aprovechar el Debate para cargar contra un Feijóo que no puede intervenir –no es diputado y quizá eso sea incluso una ventaja para el líder de la oposición– y también para elevar la moral maltrecha de muchos socialistas, que ven complicado el futuro electoral. El presidente, discrepa y defiende que las elecciones autonómicas de la próxima primavera son una gran oportunidad porque, con la excepción de Madrid, se abrirán las urnas en Comunidades en las que espera ganar, como Castilla-La Mancha, Asturias, Extremadura, Baleares, Aragón o Canarias. No son tan relevantes como otras, pero confía que marquen tendencia. Todo volverá a empezar en el que Redondo anuncia «otoño de fuego y hielo». Al fondo, Yolanda Díaz sonríe mientras se escucha la voz de Sabina: «parecía como si/ me quisiera gastar el destino una broma macabra». Veremos.
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