Alemania

Un aceite bien «tirado»

«Una cervecera alemana recurre al trueque ante el desabastecimiento»

En Europa corren tiempos complicados en la cadena de suministro por la invasión rusa de Ucrania. Este verano, «el aceite escaseaba, estaba racionado y era muy caro» en Alemania. Antes de apagar los fogones, en Giesinger Brau, un pub de Múnich, pensaron que sus clientes podrían traerles el aceite para así seguir guisando. Volverían al trueque como método de pago: un litro a cambio de un litro de cerveza. Steffen Marx, fundador y director general de Giesinger Brau, me recuerda cómo comenzó este plan para poder seguir preparando «nuestra comida bávara de alta calidad». Una iniciativa con la que «todo el mundo salía ganando».

Giesinger Brau es una cervecería tradicional en la que elaboran sus propias bebidas y donde los que la frecuentan son algo más que consumidores. Se producen «intercambios muy estrechos con nuestros asiduos y clientes», confiesa Marx al valorar la ola de solidaridad del estío. En este caso, sus parroquianos se involucraron tanto en las actividades de la cervecera que en apenas unas semanas se hicieron con 1.000 botellas de aceite. La mayoría es de girasol, el más usual en las cocinas germanas, aunque Marx reconoce que también entró alguna garrafa de aceite de oliva español.

Por si esto fuera poco, una empresa especialista en reciclar aceites se enteró de la complicada situación por la que pasaban. Y les intercambió 23.000 litros. «Tenemos aceite más que suficiente y ofrecemos el que no necesitamos a los negocios de restauración que nos compran la cerveza. Así, también podemos ayudar a los restauradores que sufren escasez», explica Marx, con la tranquilidad que da tener las estanterías llenas.

En Giesinger Brau ya cuentan con aceite de sobra para subsistir y freír sus famosos schnitzels, el maridaje perfecto a sus cervezas de autor. Tras el éxito de su iniciativa, Marx me cuenta que en unas semanas lanzarán una «gran campaña de ayuda para la población de Ucrania. Todos tenemos simpatía por los ucranianos y el hecho de que la gente esté muriendo en una guerra en Europa de nuevo es horrible. Si podemos trabajar juntos para aliviar parte del sufrimiento, eso es lo que haremos», concluye Marx.