Navidad
Desde el amor
Que la Navidad sea un antes y un después para albergar solo buenos sentimientos y para vivir desde el amor
Comienza un fin de semana idóneo para empezar a vivir desde el amor. Esto significa, ni más ni menos, que ser coherente con lo que hacemos, decimos y somos. Significa bondad y agradecer cada mañana ser parte de este mundo. Evitaríamos así los tres grandes males que afectan al planeta: no apreciar lo que tienes, llevarte mal con el otro o envidiar el éxito del prójimo.
Sin embargo, una mente bondadosa que se alegra por el bien ajeno, incluso trata de aliviar su dolor, fomenta la colaboración y mejora el autoconcepto. Las personas que empiezan a vivir desde el corazón crean un efecto dominó: contagian amor y agradecimiento que favorecen el flujo de la vida.
Para, inhala y exhala, logra ese estado de tranquilidad interior (tenemos que respirar de todos modos) de forma más efectiva: más consciente.
Cuando vives conectado con el corazón pasan cosas maravillosas. Son eventos sincrónicos que confirman que estás conectado a un nivel más profundo.
Sincronicidad, acuñado por Carl Jung, es lo que parece coincidencia, pero es más que eso. Es una especie de milagro y la gratitud tiene el poder de atraer milagros. Hay que estar abierto a ellos. Nada es casual. Las sincronicidades se deben en cierta medida a la intuición.
Seguir nuestra guía interior, nuestro corazón, significa estar en el lugar correcto en el momento adecuado.
La verdadera paz no es aquella actitud que vives en los momentos de calma, es la actitud que demuestras desde lo profundo de tu ser en los momentos difíciles y tormentosos, como en una discusión, un insulto o en algo donde tu ego se siente ofendido.
Nuestro cuerpo lleva la cuenta de todo, y si algo nos duele, o sentimos molestias, significa que no estamos yendo por el camino adecuado o eligiendo los pensamientos que nos ayuden a avanzar.
Que la Navidad sea un antes y un después para albergar solo buenos sentimientos y para vivir desde el amor.
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