Política

La defensa de la democracia

«Feijóo hubiera podido escribir el mejor tratado sobre Teoría del Estado y los Patxi de la vida saldrían diciendo que es malo e inútil»

Una de las características más relevantes de la política española es que todo es muy previsible. El presidente del PP presenta un «Plan de calidad institucional. La necesaria regeneración democrática» y los representantes del Gobierno y sus aliados salen en tromba para descalificarlo. No han tenido tiempo de leerlo. No sé si es por pereza intelectual y no les gusta leer o simplemente porque no les interesa el contenido. Me temo que son las dos cosas. El documento tiene 30 páginas y es un ejercicio interesante que será infructuoso, porque lo único importante es el frentismo y el sectarismo. No es un texto complicado de carácter académico, pero si una serie de propuestas sólidamente desarrolladas y fundamentadas que merecen una lectura en profundidad. Patxi López fue uno de los primeros en pronunciarse con un desprecio impropio de un portavoz parlamentario. A pesar de su desconocimiento del Derecho Constitucional y Administrativo no considera que sea una aportación útil. Feijóo hubiera podido escribir el mejor tratado sobre Teoría del Estado y los Patxi de la vida saldrían diciendo que es malo e inútil. Es la clase política que nos ha tocado sufrir. Por más que me empeño, no entiendo el comportamiento del exlendakari, aunque supongo que quiere hacer méritos con Sánchez.

En total son sesenta medidas que afectan a trece temas fundamentales para conseguir ese objetivo de regeneración democrática. Por una parte, están los fundamentos, donde se explican las razones, y en la segunda se identifican las propuestas concretas. Al margen de esto último, creo que es evidente que existe una crisis institucional. El poderoso aparato propagandístico gubernamental analiza la situación con la simpleza habitual y considera que el único culpable es el PP. No les importa la colonización del TC o la Fiscalía General del Estado con el nombramiento de altos cargos socialistas, el intento de asaltar el CGPJ o la falta de respeto de las funciones del poder legislativo. La izquierda considera que las victorias electorales son un título habilitante para apropiarse de la Administración Pública. A esto se añade el asedio contra la Constitución y el Ordenamiento Jurídico de independentistas y populistas. Estos problemas deberían resolverse, aunque es un deseo utópico en un año electoral, buscando puntos de encuentro entre el PSOE y el PP para lograr esa necesaria regeneración democrática.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).