
El trípode
El agente 007 contra el actual «Dr. No»
En la historia del cine abundan personajes y películas que son recordadas como asociadas a una generación.
En la historia del cine abundan personajes y películas que son recordadas como asociadas a una generación. En el año 1962 nació para el cine el «Agente 007», del servicio de inteligencia británico, denominado James Bond, creado por el escritor Ian Fleming. Saltó a la fama con la película «El agente 007 contra el Dr. No», que fue la primera de una serie que pertenece por derecho propio a la antología cinematográfica. El personaje se anticipó demasiado en el tiempo, porque de haber vivido ahora, se podría recurrir a él para derrotar al actual «Dr. No», que pasará a la Historia como un lamentable personaje para la promoción del bien común de los españoles y el interés general de España. El nombre de «Dr. No» no requiere de muchas explicaciones para saber a quién se refiere y el porqué de ese nombre, pero vamos a recordarlo. Lo de «Dr.» deriva de haber elaborado una controvertida tesis doctoral sobre «diplomacia económica» en una universidad privada, lo que le habría hecho acreedor a ese título académico. La controversia tuvo su origen en que prohibió su publicación y difusión, lo que no parece coherente con un verdadero trabajo de investigación académica. En cuanto al nombre del personaje de ficción, se trata del Dr. Julius No, y el del personaje auténtico, Pedro Sánchez, como ya habrán imaginado, pero pese a ello tiene motivos sobrados para ser denominado como el «Dr. No», como vamos a recordar. Los hechos se remontan a 2016 cuando, tras las primeras elecciones con su persona –Carmen Calvo dixit– como candidato socialista, obtuvo el peor resultado de su partido desde la Constitución. Pese a ello, se negó obstinadamente a llegar a un acuerdo de gobernabilidad con el PP ganador de las elecciones, como había sido una práctica común hasta entonces. Su negativa obligó a repetir las elecciones por vez primera hasta ese momento y en ellas su derrota aún fue más abultada que la anterior, pese a lo cual siguió aferrado al «¡No es No, señor Rajoy!» y «¿Qué parte del No no ha entendido?». Esa obstinada negativa con el ganador que le superó nada menos que en 52 escaños abocaba a la inverosímil situación de una tercera convocatoria electoral, lo que motivó que el PSOE le cesara del mando en Ferraz. Aquel reiterado «no» a un acuerdo entre los dos principales partidos es el germen de la actual situación política que padece España. Donde se ha instalado la política de bloques y de «cordones sanitarios», primero al PP y ahora también a Vox. Y sin presupuestos, sin gobierno y sin el Congreso, no quiere dimitir y no quiere convocar elecciones.
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