Al portador

Ahora, otra vez «esto va demasiado revuelto»

Sánchez tiene más cerca su investidura porque «en España, el que resiste gana», escribió otra vez Cela.

Camilo José Cela (1916-2002), al principio de «Madera de Boj» hace preguntar a un personaje innominado «¿Esto no va demasiado revuelto?» Es la explicación inicial a una novela lírica, quizá poco entendida, la cumbre de la obra del Nobel gallego –Anson, en 1999, fue uno de los primeros en apreciarlo– y que destaca por sus eternos y subyugantes párrafos sin puntos, al ritmo de un «zas, zas, zas» que evoca «el ruido de la mar», una técnica, la de enlazar frases, repescada por Antonio Muñoz Molina en el primer capítulo de su muy reciente «No te veré morir», todo tan confuso y en apariencia revuelto como lo que se traen entre manos Sánchez, Puigdemont, Junqueras y Otegi y todo el PNV, en vísperas de que Felipe VI, porque ese es su papel y no el que querrían algunos ignaros, encargue al líder del PSOE que intente ser investido, que es lo que ocurrirá antes de que expire el plazo y haya que convocar otras elecciones, salvo que el inquilino de la Moncloa llegue a la conclusión, inspirado por Tezanos, que saldría reforzado de otra cita con las urnas, que es posible, aunque Sánchez no olvida ejemplos históricos como el de Chirac, que llamó a votar seguro de la victoria y tuvo que cohabitar varios años con un gobierno socialista hostil, y Artur Mas, persiguió una mayoría absoluta en otro adelanto electoral y perdió la poltrona porque los antisistema de la CUP auparon a Puigdemont, hasta entonces poco más que un «don nadie» en Cataluña, que desde Waterloo pide lo imposible, consciente de que habrá amnistía y luego, ya se verá, porque, también aparece en «Madera de Boj», «cada cual debe poner su voluntad al servicio de su propio interés aunque parezca caprichoso», y el hombre que envió al broncas de Óscar Puente a la tribuna de Congreso para ningunear a Feijóo, sí, va desplegar una campaña espectacular, pedagogía lo llaman, para convencer de las bondades de la amnistía, su ex-asesor Iván Redondo reclama «Fe» mayúscula para la medida, y Yolanda Díaz quiere cuatro ministerios, el de vivienda para Ada Colau, subirán los precios, congelarán alquileres y la oferta se hundirá, dicen también que González y Guerra, ¡ojo!, advierten de que en esta legislatura el líder del PSOE empezará a moverle al silla al rey, poco a poco, claro, la desafección hacia Cataluña avanza en el resto del país, los empresarios ya lo detectan, «esto no va más que algo revuelto», responde a la pregunta otro personaje anónimo de «Madera de Boj», y Sánchez tiene más cerca su investidura porque «en España, el que resiste gana», escribió otra vez Cela.