Y volvieron cantando

Alfiles y peones

Pedro Sánchez ni está ya dispuesto a volver a las penurias –como la protagonista de «lo que el viento se llevó»– tras un abrupto abandono del poder orgánico en el PSOE si es que se diera una futura salida de la Moncloa, ni está por renunciar a dejarlo todo atado y bien atado para evitar el post sanchismo.

Pues en efecto va a resultar que María Jesús Montero, la posible jefa de la oposición a Juan Manuel Moreno en Andalucía sea al mismo tiempo la todopoderosa vicepresidenta y ministra de hacienda encargada de negociar financiación y deudas, incluidas condonaciones con las comunidades autónomas. Pedro Sánchez ni está ya dispuesto a volver a las penurias –como la protagonista de «lo que el viento se llevó»– tras un abrupto abandono del poder orgánico en el PSOE si es que se diera una futura salida de la Moncloa, ni está por renunciar a dejarlo todo atado y bien atado para evitar el post sanchismo. Tras el congreso celebrado hace pocas semanas con la impunidad como máxima frente a las fundadas sospechas de corrupción, ahora de lo que se trata es de apuntalar las federaciones territoriales evitando voces díscolas, maniobra que en contra de lo que apuntan algunos análisis no va tanto encaminada a preparar candidatos que puedan recuperar el poder en próximas elecciones como a situar al frente de la organización en esas comunidades una guardia pretoriana de alfiles y peones especialmente fiel a Sánchez y no tanto capaz de derrotar a los adversarios del PP ahora en esos gobiernos como de evitar cualquier atisbo de contestación interna.

Asumido el liderazgo de García Page en Castilla la Mancha gracias a la única mayoría absoluta del PSOE en una comunidad, la era post Lambán en Aragón pasa por Pilar Alegría como alternativa al popular Azcón, pero sobre todo como elemento de indiscutible lealtad a Sánchez. La moción de censura en Jaén desalojando a un alcalde del PP en beneficio de un alcalde socialista y hasta la posibilidad de que la operación se repita en la diputación de Cádiz merman psicológicamente a la incontestable mayoría de Moreno Bonilla, pero pensar que esos movimientos –otra vez Montero– serán alternativa real a recuperar la junta, hoy por hoy como poco resulta quimérico, de la misma manera que hacer aterrizar a Oscar López en la comunidad de Madrid con el argumentario de las «fachosferas» tampoco es garantía de vuelco electoral ergo, de lo que se trata es de sembrar un PSOE más sanchista que nunca y mantener a sus nuevos «barones» con la potencia de tiro que les da estar en el consejo de ministros. Otra cosa será cuantos días aguanta el castillo de naipes si se pierde el BOE. Se admiten apuestas.