
El trípode
La Armada al servicio de la flotilla de Ada Colau
¿Va a entrar la Armada española en guerra contra Israel para defender a Colau?
Ahora, puede decirse alto y claro: «Lo que faltaba pa’l duro». La primera noticia es que la flotilla «humanitaria» liderada por Ada Colau y la conocida influencer profesional Greta Thunberg va a ser protegida por un buque de la Armada española. Y la segunda es que, desde Nueva York, Sánchez anuncia que aspira a volver a presentarse en 2027 y sin descartar 2031. La primera ratifica que Gaza se ha convertido en la última cortina de humo para distraer a la opinión pública nacional de la situación en la que se encuentra el sanchismo gubernamental, con el anuncio de las novedades judiciales que afectan a la esposa y al hermano de su jefe, sin olvidar a su fiscal general y sus continuas derrotas parlamentarias. Y la segunda nos remite al cuarteto del Peugeot y a que ya no podrá seguir viajando en él en esas futuras campañas electorales, al estar uno de los viajeros ingresado en Soto del Real, pero ante todo porque su Peugeot es ya un «objeto inútil», calificación dada por su líder Sánchez a un gobierno sin Presupuestos, cuando él va camino del tercer ejercicio seguido sin ellos. Lo de la flotilla naval de Ada Colau suena a broma, si no fuera porque es demasiado serio implicar a la Armada en una operación política que no tiene ninguna vinculación con el interés general de España, sino exclusivamente con el interés partidista del sanchismo. Y cabe preguntar qué piensa hacer si penetran en aguas israelíes cuando Netanyahu ha declarado que considera a esa flotilla como aliados de Hamás y, por tanto, como enemigos de Israel. ¿Va a entrar la Armada española en guerra contra Israel para defender a Colau? Al sanchismo, derrotas parlamentarias sucesivas le han impedido aprobar la ley estrella de su vicepresidenta, la lideresa del grupo plurinacional y progresista, al votar Junts en contra junto al PP y Vox. Además de impedirle también el traspaso de la gestión de la inmigración a la Generalitat, al impedírselo Podemos y dos diputados de Sumar. Y como decimos, sin expectativas para aprobar Presupuestos para 2026 tras carecer de los de 2024 y 2025, se atreve a decir que seguirá hasta 2027 y que se presentará para seguir hasta 2031 (de momento). Aunque entrar en combate contra Netanyahu puede convertirle en héroe de la progresía internacional. No puede considerarse como gobierno de una democracia parlamentaria a uno como el sanchismo. Llegados a este punto, hay que plantearse seriamente una reforma constitucional que impida tamaño desafuero, limitando las legislaturas que un candidato puede ejercer en la presidencia del Gobierno. Y que le impida continuar sin Presupuestos aprobados por ley para cada ejercicio presupuestario.
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