Sin Perdón
La campaña contra Feijóo
«No se iba a escapar de las campañas de descalificación que dedican los secretarios generales del PSOE a sus rivales»
La maldad monclovita resulta entrañable. Es previsible, aunque en ocasiones muy eficaz. Es una máquina al servicio de la desinformación que compra con gran celeridad la izquierda mediática. Lo que sucede ahora ya se vivió en 1993 y 2008. El PSOE consiguió aguantar con mentiras, como ha sucedido ahora, y sacando a pasear el «dóberman». El rollo siempre es el mismo. Por una parte, está el presidente socialista que es un líder mundial, un referente de progresismo y el responsable de situar a España entre las naciones más avanzadas del mundo, por no decir de la galaxia. No hay duda de que los españoles vivíamos en Atapuerca hasta que llegaron González y Zapatero. La derecha es retroceso social y pérdida de derechos. Es el franquismo. Lo he escuchado tantas veces que me aburre. La descalificación habitual es que son los que ganaron la Guerra Civil, aunque casualmente las filas del PSOE y sus amigos de la Cultura y la comunicación han estado llenas de vástagos de las familias que se beneficiaron de la dictadura. Me gusta mucho recordarlo, porque había tantos aguerridos antifranquistas que todavía no entiendo que el dictador muriera en la cama. Los comunistas y los sindicalistas son los únicos que conozco que se jugaron la vida.
La otra pata de la estrategia que han sufrido los dirigentes del centro derecha desde la Transición hasta nuestros días ha sido la descalificación personal y la búsqueda de candidatos alternativos. Lo hizo el PSOE contra Suárez y los dirigentes de UCD, para luego seguir contra sus herederos del PP. Por supuesto, las trayectorias académicas y profesionales de todos ellos eran mucho mejores que las de los candidatos socialistas. Lo del mérito y capacidad no va con ellos. Debe ser una consecuencia de la superioridad moral de la izquierda española que contrasta con las trayectorias de los primeros ministros laboristas en el Reino Unido o de los presidentes socialistas franceses. Eso de hacer oposiciones debe ser para pringados. Ahora le toca a Feijóo. No se iba a escapar de las campañas de descalificación que dedican los secretarios generales del PSOE a sus rivales.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
✕
Accede a tu cuenta para comentar