César Lumbreras

¡A por uvas!

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado que España saldrá de la recesión en 2014 y que nuestro Producto Interior Bruto (PIB) crecerá el 1 por ciento. Curiosamente esta previsión casi coincide con la del Gobierno, que espera un incremento para ese año del 1,2 por ciento. No seré yo el que contradiga lo que aventuran los técnicos del FMI y los del Gobierno de Rajoy, porque no tengo argumentos técnicos para ello. Además, como estamos necesitados de soplos de optimismo, preferiría creerme lo que dicen desde Washington y Madrid. Sin embargo, me cuesta trabajo y me puede el escepticismo, tanto cuando el viento va a favor como en contra. Me explico. Recuerdo perfectamente que ninguno de los organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial o la OCDE, por citar tan sólo algunos, ni tampoco los servicios de estudios de instituciones, bancos o empresas considerados solventes fueron capaces de prever y advertir de la que se nos venía encima en los meses anteriores al estallido de la actual crisis. Basta con repasar los pronósticos que se hicieron por la mayoría de ellos en el primer semestre de 2007 para comprobar que estaban «a por uvas». Visto este precedente, ¿qué valor se puede otorgar a las proyecciones que nos presentan ahora? Y esto me vale tanto en el caso de que sean buenas como malas. Lo que pongo en duda es su credibilidad en todos los casos. Otro ejemplo: las estimaciones que se han publicado hasta ahora dan por perdido el año 2013 a efectos de recuperación de la actividad económica y de la reactivación del mercado del empleo. ¡Ojalá esas previsiones se equivoquen en este último caso y acierten en lo que aventuran para 2014!