SAT Sindicato Andaluz de Trabajadores

Alquimistas rupestres

La Razón
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Más que como sindicalistas, los portavoces del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) darían lo que fuera por ser recordados como magos alquímicos. Ellos todavía no lo saben, pero Óscar Reina y Diego Cañamero, portavoz oficiante y portavoz saliente del SAT respectivamente, tienen marcado en sus destinos el animoso itinerario de la piedra filosofal. Y así andan, forzando la transmutación del plomo en oro a la menor oportunidad. Lo último ha sido la reciente detención de Óscar Reina. Después de las prescriptivas citaciones a comparecer y la pertinaz «insumisión» de los sindicalistas, el Juzgado de Instrucción número 12 de Sevilla optó por ordenar el apresamiento. Es en ese instante cuando se coloca al fuego el crisol de conceptos y eslóganes: al requerimiento del juez por desvalijar un supermercado en Dos Hermanas lo llaman «represión judicial», como antes denominaron «piquete informativo» al destrozo de una heladería en Úbeda. Pues si no es eso tratar de transmutar el zinc en metal precioso, que venga Paracelso y lo vea. Quienes conocen de cerca qué piensan y por qué obran como obran en el SAT y la CUT de Sánchez Gordillo son conscientes de que entre 2012 y 2013, mientras España se debatía entre la bancarrota y la fractura, su único objetivo era el colapso, rayado en una plúmbea tablilla de maldición. De ahí que, durante aquel crítico periodo, extremaran impúdicamente la violencia en sus acciones y agitaran los argumentos mediante marchas pedestres, saqueos a supermercados y conquistas «interruptus» de Gibraltar. Y cuando los juzgados, años después, cumplen con su deber de investigar, estos nuevos alquimistas transmutan la realidad en fantasía. «Represión judicial», lo llaman sin ningún pudor.