Jesús Fonseca

Animales y prójimos

Hablo de los animales, nuestros prójimos. De su tragedia y de su padecer. De sus condiciones de vida y vejaciones. De esas atrocidades que nos envilecen. Hablo de humanizar el vivir, desde el respeto a toda criatura viviente y «sintiente». Cada día más españoles están de acuerdo en que nuestra relación con los animales –y con la naturaleza– no puede seguir basándose en la explotación a cualquier precio. En que es imprescindible otra ética en nuestras relaciones con ellos y sus hábitats. Una nueva moral que promueva la rectitud, la hombría de bien, hacia el mundo animal. Que los proteja, defienda y plante cara a cualquier ensañamiento. La ejecución infame y sin defensa a la que son sometidos, todavía, muchos animales es algo que no tiene perdón de Dios. Es verdad que siempre nos hemos alimentado de ellos. Que nadie vea en esta gacetilla una exaltación del vegetarianismo, algo que respeto –y admiro, ciertamente–, pero que no practico. Ni tampoco un tema apetitoso para perorar sin más. Ni lo uno, ni lo otro. Yo me refiero a ese desvarío que nos impide ver la crueldadad con la que tratamos a tantos seres con los que convivimos. ¡Con qué facilidad olvidamos que criaturas como los perros, los corderos, las vacas o los cerdos sienten el dolor, el hambre, la sed, el terror, cuando los acuchillan en los mataderos, igual que nosotros! «Todo el que tenga un sistema nervioso para sentir y sufrir es nuestro prójimo», proclama Fernando Vallejo. ¡Cuánta razón tiene el desvergonzado escritor! Pero infelizmente vivimos ofuscados, ciegos para estos asuntos y tantos otros.