Reyes Monforte

Bonita portada

Hay años que se nos atragantan y no vemos el día de perderlos de vista. La elección de persona del año por parte de la revista Time suele advertirnos de que ese bonito momento está próximo. Y este año ha tenido el detalle de elegir a un personaje positivo, amable, porque se puede ser personaje del año por motivos negativos.

La elección del Papa Francisco como persona del año llama a reconciliarse con este tipo de nombramientos e incluso con el año que se va, y no porque uno sea especialmente creyente sino porque, por fin y aunque parezca un milagro, no encontramos ocupando esa portada a un futbolista con cara de zumbado, chaqueta extravagante y diamante en la oreja, a una cantante desnuda subida a una bola de demolición con incapacidad manifiesta para mantener la lengua dentro de su boca, o al último tirano déspota que permite una masacre civil en su país. Aunque solo sea por eso, que no es precisamente poco, uno agradece que el personaje del año sea una persona amable, educada, coherente en sus actos y con su mensaje y cuyas palabras rezuman sentido común. Y lo mejor es que es un líder, sea o no el nuestro, el particular de cada uno, pero líder. Y tal y como tenemos el mundo, andamos necesitados de líderes con el talante, el tono, la palabra, la intención y la humildad de este hombre. Este Papa ha sabido conectar, tanto que ha sido de los más buscados en redes sociales, las mismas que ayer se pregunta­ban con sarcasmo cómo la revista Time no se habría fijado en Montoro. Supongo que no se puede estar a todas. Como tampoco a por todos.