Julián Redondo

Cartas de despedida

El batacazo de la Selección en Brasil seguramente no ha sido el desencadenante de las «dimisiones» de dos de sus figuras emblemáticas, Xavi Hernández y Xabi Alonso; pero no hay que descartar que el paso del Pisuerga por Valladolid haya influido en la decisión del madridista, sobre todo. Xavi renunció en conferencia de prensa y Xabi, mediante una carta que no recoge un solo reproche, todo lo contrario. Reparte cariño entre técnicos y compañeros de ayer y de hoy. Ha tomado la decisión horas antes de que Vicente del Bosque anuncie la primera convocatoria posmundialista, que apunta a grandes novedades.

Xabi ha sido generoso en la misiva con todos los compañeros de la Selección, como lo fue en el terreno de juego, ese lugar sagrado que oculta discrepancias y tiranteces. Respiró Del Bosque cuando en un partido comprobó que los del Barcelona pasaban el balón a Xabi... Y España ganó la Eurocopa de Polonia y Ucrania.

Alonso renuncia a la Roja antes de perder el sitio, como lo ha perdido en el «once» de Ancelotti –de ahí la aparición del Bayern–, como Xavi en el de Luis Enrique. En uno y otro caso, la incertidumbre les obliga a replantearse el futuro. Con la Selección ya han decidido.

La carta de despedida del internacional tolosarra es, amén de entrañable, nostálgica; la que ha enviado Di María a la afición del Madrid lleva impreso un recado al presidente del club, por no valorarle económicamente como él pensaba que se merecía, asombrado y agraviado por las fichas de recién llegados como James y Kroos, quienes, como él hace cuatro años, han firmado un contrato que en un abrir y cerrar de ojos será papel mojado. Es la ley del fútbol.