César Lumbreras

¡De vértigo!

Hace ya unos cuantos años un amigo y periodista galo me respondió que, contrariamente a lo que se pudiese pensar desde fuera, por ejemplo desde España, y a lo que yo le decía entonces, en Francia no estaba resuelto el problema de los inmigrantes, ni mucho menos. Me puso como ejemplo a los musulmanes procedentes de las antiguas colonias del norte de África, que llevaban en el vecino país un par de generaciones y que no se habían integrado, «ni siquiera los jóvenes que ya han nacido, crecido y se han educado aquí y que algún día nos van a dar sorpresas desagradables». Me han venido a la memoria sus advertencias a raíz de los últimos acontecimientos en territorio francés, que son el gran hecho relevante de los primeros diez días del nuevo año. Pero hay otros fenómenos que no podemos perder de vista, aunque sean menos espectaculares, y que nos sitúan ante un comienzo de 2015 de vértigo. Por ejemplo, que los chinos siguen comprando de todo y se han hecho ya con medio mundo; sus adquisiciones abarcan los cinco continentes, pero son especialmente importantes en África, donde controlan las materias primas. El petróleo se ha dado un batacazo importante y sus precios se encuentran a unos niveles impensables hace un par de meses. En Estados Unidos, el presidente Obama lo tiene crudo de cara a la recta final de su segunda legislatura, con los republicanos dominando las dos Cámaras del Congreso. En el Reino Unido sus responsables políticos echan cuentas sobre un posible adelanto del referéndum para votar si permanecen en la UE o se van. En España, nos encontramos ante un año electoral, con todo lo que eso supone. Pensar en todo lo anterior da vértigo y produce escalofríos.