Ely del Valle

Dislexia legal

La Razón
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No hay peor sordo que el que no quiere escuchar, y en el Gobierno catalán, además de una preocupante querencia por hacerse los tontos, hay mucho sordo selectivo que sólo quiere oírse a sí mismo. El presidente del Parlamento europeo lo ha dicho muy claro: si Cataluña actúa contra la Constitución española, lo estará haciendo contra «parte del marco legal europeo» y que, por lo tanto, una declaración de independencia «nunca podrá ser reconocida» en la UE.

Es lo mismo que se le viene diciendo a la alegre muchachada de la desconexión desde hace años y lo mismo que una y otra vez ellos interpretan a su bola. Igualito que lo del Tribunal Constitucional. Es lo que se podría denominar dislexia legal o caradura política, como ustedes prefieran. Puigdemont va a Bruselas a contarle al Parlamento Europeo el cuento de la buena pipa, vuelve hecho una hidra porque no le hacen caso ni los bedeles y se dedica a decir a quien quiere escucharle que todo se debe a un contubernio del Gobierno español. Ahora suponemos que dentro de esa perversa trama incluirá a míster Tajani, que seguramente no podrá dormir de la preocupación.

Aparte de aburrir a las setas de cardo y de sembrar de alambre de espino la convivencia en Cataluña, lo que están haciendo los promotores del «Catabrexit» es un ridículo espantoso. Sobre todo porque ahora habrá que explicarle a Tajani que el problema es que son duros de mollera y cortos de entendimiento, tal y como ellos mismos están reconociendo ante el tribunal que juzga el asunto del referéndum ilegal. Ni entonces supieron «interpretar» que una prohibición es una prohibición ni ahora reconocerán que lo que acaba de afirmar el presidente del Parlamento Europeo es lo que ya se conoce como hacerse un Pedro Sánchez, o lo que es lo mismo, un «No es No y qué parte del No no se entiende...».