César Lumbreras

El Deoleo y el aceite de oliva

Bien se podría decir que la semana pasada estalló el asunto Deoleo, que llevaba en danza mes y medio, desde que, y este es un hecho muy importante, el máximo responsable de Ebro, Antonio Hernández Calleja, anunciase que tanto él como José Barreiro, el otro representante de este grupo en la aceitera, abandonaban sus puestos de consejeros. Al mismo tiempo comenzó la venta de una parte de las acciones que Ebro tenía en Deoleo, empresa pilotada ahora por Jaime Carbó, que no se debe olvidar procede del grupo líder mundial en arroz. Después de eso han llegado ofertas, hasta ahora no vinculantes, para comprar el 30 por ciento aproximadamente que tienen varias cajas, comenzando por Bankia, en Deoleo. La última ha sido la del Fondo Soberano de Italia, lo que despertó todas las alarmas en el Ministerio de Agricultura. Arias Cañete y su equipo desearían que, dado el interés estratégico que el sector del aceite de oliva tiene para nuestro país, se articulase en Deoleo un grupo de control mayoritariamente español. Con este fin están teniendo lugar contactos discretos con bancos y con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Pieza importante en todo el proceso es la participación superior al 9 por ciento que tiene la antigua cooperativa Hojiblanca en el capital de la aceitera, en torno a la que podría articularse ese núcleo de control. Ahora mismo todo está en el aire. Mientras llegan las ofertas vinculantes, en medios del sector destacan las prisas de Jaime Carbó por organizar la venta de las participaciones de las cajas.