Pilar Ferrer

El día que Merkel preguntó por Durán

Es el hombre más poderoso de la Economía europea. Y además, un apasionado de Cataluña. Hace mucho tiempo que el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, visita de incógnito El Ampurdán. En este rincón de Gerona poseen viviendas muchos compatriotas germanos y aquí acude a menudo Schäuble, sobre todo desde que en el año 90 un cruel atentado le dejó postrado en silla de ruedas. En una recoleta masía próxima a Pals, uno de los pueblos más idílicos de la Costa Brava, suele refugiarse el «halcón» de las finanzas comunitarias. Aunque públicamente nunca lo ha dicho, el ministro que manda en la UE, la influyente «mano derecha» de Ángela Merkel, sigue muy de cerca la realidad catalana. Y también hace ya largo tiempo que conoce a Josep Antoni Durán Lleida, como corresponde a dos veteranos políticos de la Democracia Cristiana. Las relaciones de Unió Democrática con la CDU alemana son históricas y fluidas.

En Berlín, Durán siempre ha sido bien recibido. Allí ha viajado muchas veces como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso y ha expuesto sus tesis políticas. El líder de Unió es un gran estudioso de los «landers», los 16 estados federales recogidos en la Grundgestz, la Constitución alemana. De este tema ha hablado mucho con dirigentes y empresarios de la República Federal. Un día, la propia canciller le sugirió a su ministro de Finanzas que preguntara por el perfil de Durán. El conflicto catalán, su complejo encaje en España y el desafío soberanista lo aconsejaban. Y así lo ha venido haciendo Schäuble, de manera discreta, en todos sus encuentros con el Gobierno español y, en especial, con el ministro de Economía, Luis de Guindos, con quien mantiene una estupenda relación.

El último se produjo hace unos días. Durán Lleida lanzó un discurso de envergadura en la Escuela de Verano de Unió, celebrada esta vez en la localidad gerundense de Caldas de Malavella. Precisamente, al mismo tiempo que el ministro alemán realizaba una maratón en Madrid: conferencias en el Campus de FAES, en la CEOE y entrevista con el presidente Mariano Rajoy en la sede del PP. Todos cuantos han hablado con Schäuble y fuentes diplomáticas alemanas certifican su apoyo a los planteamientos de Durán. La apuesta por un nuevo centro político desde sensibilidades diversas, integración de personas de cultura cristiana con distinta militancia política, empresarios, profesionales y movimientos sociales. Y una Cataluña fuerte, capaz del pacto, socialmente cohesionada y alejada de la independencia. «Una palabra mágica que no arregla todo», opina el líder de Unió.

El ideario socialcristiano de Durán es compartido por la CDU alemana. Su gran apuesta europeísta y su convicción de que una Cataluña independiente no tendría cabida en Europa, gustan mucho en la RFA. Incluso, entre políticos socialdemócratas, con quien Ángela Merkel gobierna en coalición. En su discurso ante la Escuela de Verano de Unió, reconoció los vertiginosos cambios del mundo. «Somos catalanes, pero estamos en Europa y yo me siento un patriota europeo», afirmó. Una Europa que sufre una fuerte crisis institucional, económica y social. Aquí enfatizó sobre el acoso a las clases medias y la pobreza, en un marcado acento sociológico y de solidaridad, tradicional ideario de los partidos democristianos. Sin olvidar la crisis política y partidaria. «Hay un afán autodestructivo, la ciudadanía no cree en nosotros, no somos eficaces a los ojos de la gente para resolver los problemas», llegó a decir el dirigente catalán.

En su opinión, faltan liderazgos fuertes para cambiar. Incidió en el acento religioso, con recuerdo a la figura del Papa Francisco, no como exigencia de un catolicismo militante, sino como fenómeno social, espiritual y trascendente: «El hecho religioso es positivo para la persona y la sociedad. Cuando hay una tendencia a expulsarlo, debemos considerarlo sin ningún tipo de vergüenza». Sobre las elecciones europeas, advirtió: «No podemos cerrar los ojos, aparecen nuevas realidades políticas, se acabó el tiempo de lo políticamente correcto». En su análisis sobre los partidos catalanes, hizo un claro llamamiento: «Necesitamos recuperar el centro político, estar a la altura y reforzar el espacio que siempre ocupó CiU en la Transición». Criticó a ERC, «que recoge los frutos de la crisis sin hacer nada, sin estar en el gobierno», y aseguró que este movimiento de centro es la respuesta para los nuevos tiempos.

Con escrupuloso respeto a CDC, «La casa Grande del catalanismo», reiteró su apuesta por una Cataluña pactista y nacionalmente fuerte, alejada del espinoso tema del separatismo. Para Durán, es preciso dejar los frentismos, acogerse más a la justicia social, la economía de mercado y del bien común, pura esencia de los partidos centristas socialcristianos. «No podemos permitir que la democracia quede debilitada y con auge de populismos desorbitados», insistió convencido de que los nuevos tiempos exigen nuevos escenarios políticos. En su exigencia de diálogo, lamentó que el Gobierno español crea que los problemas «se resuelven en los tribunales». La famosa frase de Kennedy, «no preguntes qué esperas tú de tu país, sino que estás dispuesto tú a dar por tu país», adornó su discurso.

Una alocución que ha suscitado profundas reacciones. El sector duro de CDC y ERC no varían su posición: «El soberanismo es el mejor centrismo», aseguran. Por el contrario, dirigentes del PSC y el PP siguen viendo en Durán un hombre puente, de diálogo y negociación. «Así se hizo tras el franquismo y en la Transición», dicen los socialistas catalanes, sumidos en una profunda crisis. En La Moncloa la valoración ha sido prudente, aunque les complace aquel espíritu de consenso y se remiten a las palabras de Rajoy en el último Comité Ejecutivo . «Es la hora de una nueva política y de la regeneración», afirmó el presidente.

La apuesta de Durán se produce en medio del anuncio de Rajoy de pactar la elección directa de alcaldes, algo que rechina en el PSOE por sus alianzas con IU, y que el portavoz catalán ve incompleto. Él es partidario de una reforma integral de la Ley Electoral, que facilite listas abiertas, «puesto que las cerradas permiten a los partidos secuestrar la voluntad ciudadana». El presidente del Gobierno y Durán Lleida han coincidido en Panamá, durante la toma de posesión del presidente Juan Carlos Varela, candidato del Partido Alianza el Pueblo Primero, de inspiración democristiana.

El guante político está lanzado. El PP aspira a pactar una reforma electoral antes de los comicios del 2015. No lo tendrá fácil. En su periplo madrileño, Wolfgang Schäuble avaló las reformas económicas del Gobierno y tomó buena nota del discurso ideológico de Durán Lleida, que ha trasladado a Merkel. El catalanismo democrático, la economía de mercado y las sensibilidades del cristianismo social suenan bien en Alemania, la gran locomotora, auténtica potencia que manda en Europa. Personas de su séquito se han movido en Madrid y hablado con mucha gente. Quieren políticos solventes que garanticen estabilidad. Frente a los disparates del separatismo, el último reclamar un ejército independiente, es la mejor fórmula para un mundo en crisis, vertiginoso cambio y nuevos desafíos.