Miguel Ors

El peor Mundial de mi historial

L7 Poderoso

Pierde con Djokovic, se sienta, no llora esta vez, ve a sus mellizas en un palco y dibuja una sonrisa leve (la amarga levedad del que ha perdido) en los ojos. Poderoso Roger Federer. Como tenista, el más elegante de todos los tiempos; la serena elegancia de su tenis no tiene parigual. Como padre, también poderoso: gemelos dos veces: dos niñas y dos niños.

–«Soy afortunado en el tenis y como padre», confesó tras el nacimiento de la pareja masculina.

Tiene 32 años. Algunos le consideran ya «abuelete». Pero ahí está, ganando finales o llegando a ellas. Esta vez, tras perder con Djokovic en el blanco, verde y estiloso Wimbledon, no lagrimeó.

–«Hoy he aprendido mucho. Es verdad que nunca se deja de aprender», ha declarado. Seguro que sigue ganando Grandes Premios y trayendo gemelos. El mundo, a veces, trae al mundo hombres como Roger Federer u Obama, que no se cansan de demostrar que «ellos pueden».

M8 Madrugador

Lo que es ser genio, figura y épico en la vida. Sánchez, Medina y Tapias, los tres nuevos mosqueteros del PSOE, literalmente oscurecidos, casi eclipsados, por «D' Artagnan Di Stéfano». El XXI se dice que es el siglo de la globalidad, sólo que Di Stéfano se le adelantó con su talento de futbolista global. Eso fue Di Stéfano: un precursor de la globalidad. Poco o nada queda que agregar a los océanos de artículos escritos sobre él. Salvo esta apreciación: «Dios, a Maradona, le prestó para un solo partido su mano izquierda; a Di Stéfano se lo dio todo: cuerpo, alma y espíritu. Que yo recuerde, nadie, en muchos años, ha acumulado en los medios tanto agasajo, tantas páginas, tantos titulares. Ciertamente. Di Stéfano «El Grande» o Di Stéfano «El Magno del Balón».

M9 Brasil

Los dos sopapos más escandalosamente eximios del Mundial de fútbol han sido el guantazo de Holanda a España (5-1) y el soplamocos de Alemania a Brasil (7-1).

–¿Qué le falló a España?

–El ritmo del tiquitaca (cansino, laxo, acalambrado) y la alineación de Diego Costa, «un cuerpo extraño» en la alineación. La extrañaron incluso algunos de sus propios compañeros. (No es por colgarme medallas, pero lo escribí aquí: «No veo a Diego en la selección del tiquitaca»).

–¿Qué le ha fallado a Brasil?

Según los «sabios», el «jogo bonito». Brasil, en fútbol, tradicionalmente, es la samba, el color, el ritmo, la cadencia, el metro, la simetría, el verso. No ha sido nada de eso esta vez la «sinfónica» dirigida por el ilustre señor Scolari. No obstante, tras el soplamocos del 7-1 y la granizada de adjetivos negativos de la crítica (humillación, cataclismo, escarnio, ultraje, calvario), el señor Scolari sigue, «yo sigo», «yo soy el culpable», pero «yo no dimito». Parece español: él tampoco dimite, como los españoles.

V11 Retorno

A mi manera, soy evangelista, lo cual que he leído a Marcos, Lucas, Juan y Mateo. Aleluya: Fernando Hierro, en plan jugador-hijo pródigo, ha regresado al Real Madrid. Sobre el hierro de Fernando, el Madrid ganó cinco Ligas y tres Copas de Europa. Fernando, 46 años, está en esa serena edad en la que no se es joven del todo ni viejo del todo. Fernando trabajó catorce años en el Real Madrid. Tela laboral. Y suya es, creo, la frase de que el futbolista es como la mujer: si no quiere en determinada posición, no hay que insistir. Si no es suya, como es chocante y sabia, se la atribuyo. ¿Para cuándo, don FP, el retorno de Del Bosque, el otro madridista-pródigo?

–Del Bosque, de momento no. Le quedan dos años más de seleccionador y va a cumplirlos. Del Bosque tiene talento y agallas para hacer una nueva selección distinta de la que ha visitado Brasil y semejante a la que fue campeona de Europa y del Mundo. Bueno, que espere un par de años don FP.