Toni Bolaño
El tamaño sí que importa
Quién lo iba a decir? Cataluña puede ser víctima propicia de un corralito en caso de independencia. Lo ha denunciado la líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, pero la cosa no se la ha inventado ella. Sale, blanco sobre negro, en un informe del Consejo Asesor para la Transición Nacional. Ese debate serio y sosegado que se pide desde algunos sectores no interesa. Es mejor azuzar sentimientos y «fardar» de quién la tiene más larga. Perdonen la grosería pero es cierto, el tamaño importa. Se marca posición y se canea al contrario. Soluciones, ninguna. En Ucrania ha pasado algo parecido. Espero que no tengamos que acordarnos de Santa Bárbara cuando truene. Como en Kiev.
UPyD puso la testosterona en el asador del Congreso para decir no al proceso soberanista. La pregunta es, ¿y después de la votación, qué? ¿Cuál es la solución de UPyD?. Duran Lleida a lo máximo que ha llegado es a reclamar a Rajoy que coja «el toro por los cuernos» para que UPyD no marque el ritmo. Rajoy le podría decir a Duran lo mismo. Que sepamos todavía es secretario general de CiU y no parece que haga nada por evitar las salidas de tono de un tal conseller Homs que acusa a UPyD de estar en las «antípodas de lo que exige una política de Estado». Como si Homs tuviera idea de saber qué es una política de estado.
Hace pocos días apadrinó un documento en el que comparaba Cataluña con Ucrania. Él, entre otras cosas, debe trabajar para evitarlo. Seguimos en lenguaje taurino. Albert Rivera, líder de Ciutadans, critica que Rajoy no sabe «torear» la situación. Tiene razón Rivera porque Rajoy menos que nadie puede mirar para otro lado.
En este alarde de despropósitos, Oriol Junqueras se pone a mirar para otro lado. «Cataluña puede decidir al margen» de lo que diga el Congreso. Y se quedó tan ancho. Mas espera ganar al margen de lo que diga el Congreso. Como presidente de la Generalitat ni se pregunta cuál es la salida a una situación cada día más agitada y enconada, no exenta de majaderías.
La última la de Carretero y 16 miembros de Reagrupament. Se autoinculpan de sedición ante el Tribunal Superior en apoyo de Mas. Lástima que el ex conseller Carretero no se autoinculpara, como gran patriota, de robar a los catalanes un gran salario de médico por 2 horas y media a la semana –superior a su antiguo salario de conseller– y su asesoría para un hospital que no existía. Cuando se descubrió el pastel dejó el momio. El patriotismo es lo que tiene.
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