Alfonso Ussía

Extraña sorpresa

La Razón
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Los dirigentes y portavoces de los partidos políticos han mostrado su extrañeza por la composición del nuevo Gobierno. «Excesivamente rajoyista», han dicho. No entiendo la sorpresa. Si el Gobierno lo ha formado Rajoy, es lógico que sea «rajoyista» y no otra cosa. Para mí, más que «rajoyista» es decepcionante por la permanencia de algunos nombres. Podría haber liberado a los españoles del depredador Montoro y de la arribista Sáenz de Santamaría. El primero, al menos, tiene la oportunidad de ordenar que sea investigado en una inspección paralela Pedro Arriola, acto heroico que mucho dudo se atreva a culminar.

En contra de lo que muchos opinan me parece un acierto el nombramiento de Cospedal para administrar Defensa. Las mujeres son, casi siempre, más firmes y valientes en sus decisiones que los hombres. María Dolores de Cospedal sabe que su fundamental reto es dotar, al fin, a los militares españoles de un presupuesto digno que permita a nuestros ejércitos equipararse con los de otras naciones de la Unión Europea y la OTAN. Tiempo al tiempo.

Íñigo Méndez de Vigo se mantiene en Educación, Cultura y Deportes y asume la portavocía del Gobierno. Persona educada y culta con un lunar maligno que haría bien en extirparlo, siempre con el permiso de Soraya, que es la creadora del lunar. El lunar no es otro que el infiltrado Lasalle, su Secretario de Estado, el ex de Maritxell Batet. Si Méndez de Vigo se impone y manda a Lasalle de retorno a Santander, se sentirá más cómodo y libre en su ministerio.

Luis de Guindos, Isabel García Tejerina y Fátima Báñez se han ganado a pulso la renovación, lo mismo que Rafael Catalá. Y a los nuevos hay que concederles un plazo de cortesía. Alfonso Dastis en Exteriores me impide la opinión porque no la tengo. No lo conozco. Sí a Íñigo de la Serna, un buen alcalde de Santander, y a José Ignacio Zoido, que consiguió la mayoría absoluta en Sevilla, lo cual no es sencillo. A Dolors Montserrat y Álvaro Nadal, como a Dastis, los libero de mi valoración por desconocimiento de sus cualidades. En efecto, Rajoy ha formado un Gobierno a su medida, un Gobierno muy del PP, aparentemente leal y manejable. El problema es otro. Si el PSOE y Ciudadanos van a aceptarlo sin rechistar. Podría haber tenido un detalle con sus socios de Ciudadanos, ofreciéndoles alguna cartera ministerial. Abro paréntesis: me informan de que el coche de Pedro Sánchez ha sido visto en un restaurante de carretera entre Tubilla del Agua y San Felices, en la carretera de Burgos a Santander. En Tubilla del Agua y San Felices, Pedro Sánchez cuenta con catorce militantes. Cierro paréntesis. El ministro Nadal lo es de Energía, Turismo y Agenda Digital. Lo último será importantísimo, pero suena a broma. Y la energía y el turismo se pueden llevar muy bien, pero pertenecen a dos familias diferentes. El turismo, una de las grandes fuentes de nuestra economía, cuenta con entidad suficiente para ser impulsado, tutelado y administrado por una sola cartera ministerial. Hasta la fecha, el turismo nos ha ido divinamente sin necesitar la compañía de la Agenda Digital, a la que el arriba firmante, con sus escasos conocimientos, creía que se compraba en El Corte Inglés. -¿Dónde vas?-; -a comprar una agenda digital al Corte Inglés, que la mía se ha estropeado y no puedo vivir sin ella-. Eso sí ha constituido una sorpresa.

Por lo demás, poca cosa. España necesitaba un Gobierno y ya lo tiene, gracias a la generosidad de Ciudadanos y el sector constitucionalista y moderado del PSOE. Las fieras del populismo y el independentismo están con las uñas afiladas. Les deseo suerte y acierto. Mi deseo sería mucho más sincero sin Soraya en el CNI y sin Montoro en la despótica e injusta Hacienda. Pero aún así, hay que ayudar al Gobierno sin pasarle ni un renuncio. Doloroso, pero necesario.