Política

Francisco Marhuenda

Honrado, austero y serio

Honrado, austero y serio
Honrado, austero y seriolarazon

Todos los que conocemos a Rajoy sabemos que es honrado, austero, serio y extraordinariamente escrupuloso en la gestión del dinero público. Por ello es muy fácil defenderlo frente a los disparatados ataques que ha sufrido en los últimos días. Estamos ante un enorme despropósito que responde a intereses partidistas y mezquinos de la oposición, así como a la errática estrategia de un gerente desleal, Luis Bárcenas, que ha sido incapaz de explicar de dónde ha sacado una fortuna escandalosa que causa estupor. La realidad es que Rajoy y el PP se han visto sorprendidos ante el comportamiento de Bárcenas. Nadie podía imaginar que tuviera decenas de millones en Suiza y otros países. Era una figura gris en el PP que se encargaba de gestionar la estructura organizativa, nada que ver con la política, y la contabilidad bajo la dirección del tesorero. Cuando le conocí no era un político y, por supuesto, no estaba en los órganos de dirección del partido. Era cordial en el trato y parecía que controlaba con mano férrea los gastos. Nada indicaba que pudiera acumular una fortuna cuyo origen es incapaz de demostrar. El comportamiento duro que mostraba en el control del gasto hacía presuponer que la contabilidad del partido estaba en buenas manos. Desde que se conoció su fortuna he preguntado a mucha gente que traté en la sede del PP y nadie tuvo el más mínimo indicio. Conocí a Rajoy en 1995 cuando dejé el periodismo y concurrí a las elecciones autonómicas catalanas como número tres por Barcelona. Mi anterior experiencia política fue cuando estudiaba y estuve en las juventudes de UCD hasta el 82. A principios de enero del 96, Rajoy me propuso ayudarle en la campaña y ya no me separé de su lado hasta el 2001. Fueron años tan intensos como interesantes donde pude conocer la política, el gobierno y las Cortes desde dentro, así como tener la suerte de trabajar con un gran político y una extraordinaria persona.

Cuando en las tertulias defiendo a Rajoy y su gobierno lo hago desde la convicción de algo que conozco muy bien. Durante años pude comprobar a su lado que es un político intachable. Se podrá estar o no de acuerdo con su gestión, pero en lo que hace referencia a su austeridad y honradez tengo infinidad de ejemplos que lo demuestran. Desde la pulcritud en el uso de los recursos del partido o del gobierno hasta su preocupación por controlar los gastos en los ministerios. Su trato era exquisito con todo el mundo y no cambió conforme fue asumiendo cargos cada vez más importantes. No hay ni un solo periodista que lo haya tratado que pueda decir lo contrario. Los gastos en los ministerios confirman lo escrupuloso que era en este terreno. No hay un solo funcionario que haya trabajado con él que no pueda confirmar mis afirmaciones. Puedo entender que se le critique por su gestión política, pero me parece indigno que se otorgue credibilidad a las mentiras. No es serio. La fuerza de Rajoy es su honradez, austeridad y eficacia. Es lo que le hace creíble, incluso en estos tiempos en los que se ha desatado una campaña de acoso y derribo que está destinada al fracaso.