Iñaki Zaragüeta

Intolerable conducta

Si ésa es la forma con la que Compromís quiere acceder al poder y, una vez tomado, ejercerlo, sin importarle el método contra quienes discrepen de sus ideas, sería preferible que la coalición quedara marginada de la contienda política.

Como estoy convencido de que el tal Giuseppe Grezzi, organizador ayer del «escrache» contra Rita Barberá cuando desarrollaba su campaña electoral en el mercado del Cabanyal, se trata de una persona y no de todo un partido sus líderes, que se han comportado civilizada y democráticamente, al menos es la impresión que da, deberían condenar a su compañero y destituirlo del cargo que ocupa y que los contribuyentes pagamos, exactamente 4.080 euros brutos mensuales, que no está nada mal.

Por menos, Compromís y los grupos de oposición –PSOE, Izquierda Unida, Podemos...– se hartan de pedir dimisiones y ceses de miembros del Partido Popular. no sólo en la Comunidad Valenciana sino en toda España.

Como agravante, recordemos que Grezzi ya ha protagonizado actos impropios en una democracia, como narramos en esta misma página. Es hora de que sus compañeros le paren los pies porque, además, consigue ensuciarles la imagen y provoca una pérdida de votos, como coinciden todas las últimas encuestas.

Me sorprende que Joan Ribó, candidato de Compromís, cuyo comportamiento hasta ahora ha sido ajeno a la asonada callejera, lo mantenga como colaborador. Su silencio invita a convertirlo en cómplice. Ello, sumado a que su principal objetivo, como él mismo propaga, se centra en desalojar a Barberá de la alcaldía y no en hacer algo por Valencia, da la impresión de no existe nada por alcanzar y que, por tanto, ha sido todo logrado por la gestión de Rita en los 24 años de gobierno, 20 con mayoría absoluta. Por algo será. En fin, Rita se ha convertido para la oposición en el único objetivo a batir, cueste lo que cueste.

Con ese panorama, que no se extrañen de seguir cuatro años más en la oposición. Así es la vida.