La Campos vuelve a casa

María Teresa Campos es la base de las revistas de los miércoles, portadas y grandes reportajes, más artículos que le dedican compañeros como Pilar Eyre o Jorge Javier. La Campos es personaje de primerísima fila, en la salud y en la enfermedad, en el éxito y en el fracaso. Cuenta con el cariño y la admiración de millones de españoles y con el respeto de su profesión, aunque algunas y algunos acompañen el respeto con no poca envidia. Ha coincidido este alarde de portadas con el alta hospitalaria. Aquí Teresa ha estado perfecta, sabiendo quién es, conociendo las horas, los días que muchos reporteros han estado haciendo guardia. Ha atendido a todos y ha tenido palabras de agradecimiento para amigos y compañeros. Todo ello, envuelto en gran emoción y verdad. Hemos vistos tantas veces a estrellitas de corto recorrido tratar de mala manera a los medios –generalmente porque tenían exclusivas contratadas–, que cuando una auténtica estrella, todavía tocada por un fuerte zarpazo a su salud, se sienta a la puerta del sanatorio para agradecer y saludar, entiende uno el porqué de la grandeza de la comunicadora.

«Diez Minutos» se apunta un 10. Exclusiva de ley. La misma nos trae en esta ventosa y cálida primavera que Mar Flores y Elías Sacal no habían roto para siempre, que era una tormenta sin importancia de este verano adelantado que vivimos. La demostración de que esto es así nos la ofrece la publicación con unas fotos de su reunión en la Costa Azul , que no dejan un resquicio a la duda. Cena romántica, tumbados a pleno sol, con todo tipo de arrumacos incluidos, navegando a mar abierto... En fin, disfrutando del amor a todo lujo y supongo que también desenfreno, y es que el amor es para la primavera.