La Justicia sí es para todos

Se despeja poco a poco el futuro de la Infanta Cristina y todas las amenazas que pesaban sobre ella parece que van a desaparecer en breve. La noticia de que no hay elementos para imputar a la Duquesa de Palma por fraude fiscal, después de que la Agencia Tributaria haya analizado con lupa sus declaraciones de la renta de los últimos años, ha causado un gran alivio en el seno de la Familia Real que ha vivido con gran preocupación la posibilidad de que la Infanta resultara finalmente imputada en el sumario del caso Nóos.

La hija del Rey ha soportado con gran entereza este proceso, en el que no solamente ha visto cómo su marido resulta cada vez más implicado en actuaciones al margen de la ley del Instituto Nóos, sino que también ha sufrido el asedio de decenas de medios de comunicación apostados a las puertas de su residencia en el barrio catalán de Pedralbes y a la entrada de la sede de la Fundación La Caixa, en donde trabaja desde hace casi veinte años. Doña Cristina ha acudido cada día, con absoluta disciplina, a cumplir con sus obligaciones laborales y ha aguantado la presión mediática sin hacer un mal gesto ni perder en caso alguno los nervios.

Los que han persistido durante todo este tiempo en la teoría de la necesidad imperiosa de que Doña Cristina fuera imputada, al igual que el duque de Palma, tendrán ahora que aceptar que, por mucho que insistan en su empeño de involucrar a la hija del Jefe de Estado en los turbios negocios de su marido, los argumentos se están desmoronando poco a poco y tanto magistrados como fiscales, y también ahora los inspectores de Hacienda, niegan que haya motivos para que la Infanta tenga que declarar ante el juez Torres.

Los que ansiaban ver cómo una Infanta de España hacía el paseíllo vergonzante por la rampa que conduce a los juzgados de Palma de Mallorca parece que se van a quedar sin contemplar ese espectáculo por el momento.

Lo que es deseable es que todas esas personas que claman al unísono con la finalidad de que se haga lo que ellos entienden como Justicia con mayúscula entiendan y acepten lo que dictaminan los distintos organismos a pesar de que a ellos no les guste la resolución judicial. No olvidemos que los periodistas estamos para investigar y denunciar pero nunca debemos asumir el papel de jueces.