La niña que se acostó Infanta y amaneció Princesa

La guapísima Leonor se acostó el miércoles Infanta de España y se levantó el jueves Princesa de Asturias, Gerona y Viana; Duquesa de Montblanc, Condesa de Cervera y Señora de Balaguer. Ni Ovidio. A Doña Letizia le pregunté en una comida si sus hijas jugaban a princesas; me intrigaba si eran como la mía, que se vestía de gala con mis zapatos de tacón. Debe ser diferente jugar a princesa cuando lo eres. A Leonor de Borbón y Ortiz le pesa una corona virtual sobre las sienes y ha demostrado estar ya a la altura, ella y su hermana permanecieron admirablemente tranquilas en la ceremonia. Doy fe de que mis hijos se habrían tirado de las butacas, tironeado las pelucas de los ujieres y prendido fuego a las alfombras del Congreso. Nacida un 31 de octubre de hace ocho años, bajo el signo de Escorpión; bautizada por Don Antonio María Rouco Varela como Leonor de Todos los Santos; apadrinada por Don Juan Carlos y Doña Sofía, será mi reina, y espero vivir para verlo. Ahora que ha amanecido trigésimo sexta Princesa de Asturias (el título data de 1388) se ha metamorfoseado minuciosamente, no a la manera del poeta latino, sino a la de Darío: «Y una gentil princesita, tan bonita, Margarita, tan bonita como tú».