Iñaki Zaragüeta
La Pantoja, el calvario de la paz incierta
Isabel Pantoja no va a tener dificultades para recaudar el 1,2 millones de euros, de multa impuestos por la Audiencia de Málaga si le reciben en todos sus conciertos como el pasado fin de semana en Benidorm. Un total de 1.400 personas a 50 euros suman 70.000. Con 17 conciertos –fácil en lo que queda de año- supera la cifra de marras.
A diferencia de la división de opiniones, con duros improperios, con que fue recibida tras escuchar la sentencia, en la capital de la Costa Blanca sólo recibió apoyos y gritos de ánimo de sus seguidores. El sabor agridulce de aquel día de abril se tornó de miel en el concierto benidormí. De ahí que pueda afrontar el futuro más desde su condición de viuda de Paquirri que de excompañera sentimental de «Cachuli».
Eso sí, por más pasión que ponga al cantar la ranchera «Tú a mí no me hundes», todavía le queda el calvario de la incertidumbre por el recurso contra la sentencia de dos años de prisión que le libran de la cárcel, por ahora. La tranquilidad le vendrá cuando pueda gritar, convencida, el otro verso de la misma pieza «para mí ya esta olvidado». Así es la vida.