La salud es lo que importa

Prescribir y administrar no siempre van juntos. Hasta la fecha, es el médico el que ha prescrito pero quien lo administra suele ser el profesional de enfermería. Pongamos, por ejemplo, la prescripción de un medicamento al cual es alérgico el destinatario, a quien se le administre, ¿quién debería responder por esto? Según la Ley, el responsable sería el enfermero, ya que la Ley reguladora de la autonomía del paciente ordena que el enfermero explique al paciente qué va a hacer y qué medicamento le va a administrar. «Recomendar» lo ha hecho mucha gente. Otra cosa será prescribir (dejarlo por escrito). Por cierto, ¿tan necesaria es la prescripción de medicamentos comunes? ¿Poseen realmente formación para ello? ¿Bastará capacitarles con un curso rápido para poder hacerlo? ¿Son conocedores de todas las interacciones que puedan darse entre medicamentos y/o enfermedades? ¿Podrán acceder al historial clínico/médico del paciente con el fin de que no se les escape ningún detalle que pudiera ser fundamental para prescribir o no, o retirar alguna medicación? No lo sé con certeza. Porque no todo está en la carrera ni en la titulación: una cosa es la teoría y otra la inteligencia, el sentido común y otras capacidades y cualidades del ser humano que las aplica, las que le convierten en un verdadero profesional. Sé de una farmacéutica que llamó al médico para comentarle que había prescrito algo que «combinaba fatal» con otros medicamentos que la persona tomaba. A veces, sabe más o tiene más sentido común un profesional de la enfermería que un médico (pues los hay que recetan sin examinar o conocer suficientemente al paciente). Por mi parte, apostaría por enseñarle a la gente a mejorar su salud sin tanta pastilla. Ya lo comenté en mi artículo anterior: menos química y más tomar infusión de amor & alegría.