Primarias en el PSOE
Las listas de Sánchez
Pedro Sánchez se enfrenta a su última oportunidad como candidato. Si no logra superar los resultados del 20-D es hombre muerto –políticamente hablando claro–, y aunque él mismo diga que está «al principio de su mandato» y que seguirá siendo el líder del PSOE sea cual sea el resultado del 26 de junio, eso no se lo cree ni él mismo. Pero por decir que no quede, que para eso estamos en campaña electoral.
Los argumentos de los suyos son impecables: no han atizado a ningún contrincante para que compita con él en las primarias, han dejado que Sánchez triunfe en solitario y ni siquiera han permitido que Susana Díaz se presente, y eso que hay encuestas que dicen que con ella el resultado del 26-J sería mejor. Pero el Comité Federal la ha reservado para el día después. Eso sí que va a ser duro, aunque el grado de dureza esté aun por ver.
Pero el tema ahora son las listas. Los «susanistas» ven como una última afrenta del secretario general la confirmación a Eduardo Madina en el puesto siete por Madrid. De nada valió que Susana Díaz intercediera públicamente, que no privadamente, como señalan en Ferraz. Pero la presidenta andaluza casi prefiere que no salga: le quiere reservar para las elecciones vascas, aunque lo de Madina tampoco fue una excepción.
Otros barones socialistas aprovecharon también el Comité Federal del 30 de abril para sugerir otros cambios en sus listas provinciales. No hubo tu tía. Tomó Sánchez la palabra y les dijo aquello de que: «Me sorprende que criticáramos tanto a Pablo Iglesias por pedir sillones... y algunos hagan lo mismo al hablar de las listas del 26 de junio». Se quedaron pasmados. Todos –y los barones los primeros– saben el coste que ha tenido en algunas provincias la inclusión de los «amigos de Pedro», y claro, querían remediar aquellos despropósitos. Quizá por eso, los más osados, Emiliano García-Page, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y Javier Lambán, presidente de Aragón, se lanzaron a elogiar a Madina para evitar referirse a sus frustradas aspiraciones. Pero ahí le esperan. A Pedro.
Y mientras tanto, la secretaria general del PSOE de Madrid, Sara Hernández, va y dice que lo de las listas «no es un tema de nombres, es tema de defender un proyecto». Ésta si que es lista, aunque de otra manera.
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