Gaspar Rosety

Líderes

Nada mejor para empezar el año que un partido tan atractivo como el Atleti-Barça del próximo fin de semana en el Calderón. En el Barcelona, nada sorprende. Lleva desde 2009 ejerciendo un poder considerable, tanto en España como en el resto de Europa. La incorporación de Martino en el puesto de Tito Vilanova ha producido ciertas innovaciones que no han afectado a la clasificación, aunque han sembrado algunas dudas, todas ellas acalladas por los triunfos. Sigue siendo un gran líder, aun cuando prescinde de sus grandes figuras. Practica un fútbol trabajado y estético, casi mecanizado.

Lo del Atlético de Madrid tampoco puede sorprender. La aparición de Cholo en el momento crucial del equipo ha significado una vuelta al pasado, a la personalidad auténtica de los rojiblancos. Las características de su juego, su exposición pública en cada encuentro, certifican la prolongación de este carisma atlético canalizado por un entrenador capaz de absorber la sangre colchonera en su brillante y exitosa etapa como futbolista y que ha logrado transmitírsela a sus futbolistas.

Gana los partidos fáciles y también los difíciles, sabe salir de los agujeros donde se pierden las ligas y hace disfrutar con la intensidad que sus seguidores ovacionan. Además, ha convertido jugadores de club en internacionales y, previsiblemente, mundialistas. Les ha añadido un valor que antes no poseían.

Es la consecuencia de un club modernizado sobre la base de la protección a sus valores tradicionales, que no se ha hipotecado para mantener su vitola de gran institución, lo que siempre ha sido, y ha sabido poner rumbo a estructuras de vanguardia. Será un gran partido.