Iñaki Zaragüeta

Llorente o el caos

Es posible que, si yo fuera Manuel Llorente, dimitiría de la presidencia del Valencia CF. Lo haría pensando en mi tranquilidad y sin tener en cuenta las consecuencias de la decisión, demostrando que el futuro del club me importaba una higa. Lo digo sabiendo que la experiencia que te dan los años, aconseja no criticar conductas ajenas. Si estuviera en su lugar, haría ..., es la frase típica para censurar a los demás y conlleva casi siempre una falacia. Hay que estar en el lugar y en el momento, para saber cuál sería nuestra decisión.

No conozco demasiado a Llorente, pero estoy convencido de que su futuro no depende del sueldo actual. También estoy convencido de que su marcha perjudicaría al club.

Tal como veo el panorama, con Bankia queriendo mantener al abusivo interés sobre el crédito del Valencia, la Conselleria de Economía pretendiendo firmantes «aunque sean descabezados» y, lo que es igual de malo o peor, con cuellos pelados y picos encorvados en las ramas a la espera de cadáveres, la conclusión es contundente: Manuel Llorente o el caos. Aunque Bob Dylan cantara aquello «el caos es amigo mío», prefiero que la amenaza del caos me coja vivo y plantarle cara. Así es la vida.