PSOE

López: «Un paso adelante y dos atrás»

La Razón
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Patxi López regresó a Bilbao este lunes en un vuelo de Iberia con la sensación de haber sido el más listo de la clase al agitar el socialismo. Pero la estrategia de salir primero a la pista es, cuando menos, de dudosa eficacia, máxime cuando la carrera va a ser tan larga. Faltan cuatro meses para las primarias, recordaba José Luis Rodríguez Zapatero, y eso es una eternidad en política. Bien lo sabe el ex presidente, porque el error de la precipitación fue cometido por José Bono en 2000 y él, en cambio, supo controlar los tiempos. Y ganó la partida. En ello anda Susana Díaz. En controlar el reloj. Entre otras razones, por un riesgo cierto, contemplado en la cúpula del PSOE-A y en el propio Palacio de San Telmo, de desgastar la imagen de la Junta de Andalucía, con su presidenta volcada en un «road show» por toda España. Por eso mismo, la poderosa baronesa va a ceñir a los fines de semana su gira por distintas comunidades autónomas, que arrancará en Castilla y León, precisamente un feudo donde su predicamento flojea entre las bases y donde le persigue como un lastre aquello de que «de Despeñaperros para arriba carece de entusiastas». Los tanteos sobre el terreno le van a permitir conocer cómo está la militancia y, además, recoger la opinión de dirigentes intermedios.

Pero el movimiento de López ha evidenciado una clara diferencia con Díaz que probablemente irá abriéndose camino en el seno del PSOE: «Si él, apresurado, se lanza a pedir apoyos, ella, tranquila, recibe la insistente llamada de las federaciones de mayor peso y de los referentes del partido para que dé el paso». El ruido lo garantizará Pedro Sánchez con la colaboración de aquellos antiguos leales al sanchismo reconvertidos hoy al patxismo. Además, para regocijo de los susanistas, el candidato López está dedicándose por todos los medios a desmentir ser un instrumento para cortar el paso al ex secretario general: «No siento que haya traicionado a Pedro»; «he sido leal a él», etcétera. «Sólo le faltaba a Susana ese inestimable interés de Patxi por justificar su carrera hacia Ferraz», insisten fuentes susanistas. Por eso, la presidenta andaluza no tiene prisa, porque dispone de mucho margen antes del Congreso para negociar si acaso con el vasco sillas y cargos en la nueva dirección. Al final, como me decía un dirigente socialista de Madrid, «Patxi, siempre igual: un paso adelante y dos atrás».