Mediocre en San Siro

El mejor equipo del mundo fue mediocre en San Siro frente al Milan. El mejor equipo del mundo perdió, además del partido, parte del crédito del que ha disfrutado en los últimos años llenos de grandes y repetidos triunfos. Ahora queda para algunos la oportunidad de empezar a decir que se acabó, que ya no tiene la fortaleza de antaño y que es muy vulnerable.

Ciertamente, los mayores pesares barcelonistas los ha sufrido frente a equipos italianos, incluido el propio Milan en Copa de Europa. Funesta fue su eliminación por el Inter de Mourinho. Los barcelonistas, tan preclaros en partidos de diferentes categorías, padecen siempre cuando el contrario adopta un sistema tan despreciable, pero tan productivo para los conjuntos italianos. Contra diez hombres por delante de su portero, el Barça no suele encontrar huecos. Se empeña en buscar las paredes contra los muros de las zagas. Intentar el gol pasando entre cuatro defensas, como hizo Messi en varias ocasiones, es opositar a la frustración.

El Milan no tenía más ambición que evitar goles. Marcarlos le importaba menos, aunque tratara de encontrarlos en sus contragolpes con entradas por las bandas, especialmente con El Shaarawy. Era fórmula opuesta a la barcelonista, que renunciaba a las bandas durante muchos minutos para, obsesivamente, mantener la posesión de la pelota. Careció de ambición, fortaleza física y, sobre todo, velocidad. Al Barça le falta la alternativa a Messi. Es Villa y la desprecia para justificar el fichaje del ex «Maravilla Sánchez».

Posdata. Para asaltar torreones hacen falta más Puyoles.