Protagonismo amazónico

Coincidiendo con el comienzo del Sínodo amazónico en Roma, Ecuador vive una de las peores olas de protestas de su reciente historia, protagonizada por miles de indígenas de la Amazonía ecuatoriana que, junto a otros indignados, se manifiestan en Quito y otras localidades del país. Poblada por 200 nacionalidades indígenas, la región amazónica ocupa un 40% de la superficie del Ecuador y supone un 5% de su población total. La violencia de estas protestas «sin precedentes», ha ocasionado que el presidente Moreno declarara el estado de excepción, y haya trasladado transitoriamente la sede del gobierno a Guayaquil.

Estos acontecimientos están provocando un mutuo cruce de acusaciones de golpe de estado entre el presidente Moreno y su predecesor y mentor Correa –ahora fugado en Bruselas, como Puigdemont–. Así, Moreno acusa a Correa de eludir la acción de la justicia por acusaciones de corrupción que pesan sobre él y de ser el principal instigador de estas protestas, que serían financiadas desde el exterior, en connivencia con el presidente venezolano Maduro. Correa niega las acusaciones, añadiendo que las movilizaciones responden al llamado «paquetazo», un conjunto de medidas adoptadas por el gobierno para cumplir con el crédito de 10.000 millones $ concedido por el FMI.

No debería tener ese asunto relación con lo que se discute en Roma, pero es llamativa la coincidencia del protagonismo de los indígenas de la Amazonía en este momento.