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Música

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¿Qué fue del verano de 2018?

La Razón
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Se acabó el verano, pero durante él «En solfa» no estuvo con ustedes y por ello llega aquí un resumen de algunas de las muchas cosas acaecidas. El verano empezó con los coletazos de la frustrada fusión del Real y la Zarzuela. El Real siguió celebrando sus 200 años, la Ópera de Viena sus 250 y la de Coruña empezó con sus también 250. Kaufmann, al tercer intento, llegó al Real y coincidió con Domingo. El hoy y ayer de la ópera juntos en dos días consecutivos en Madrid y Peralada. Domingo fue una vez más Supermán. Botó un nuevo avión de Iberia, cantó su papel 150 y por doquier, presentó el libro de Rubén Amón, presidió Operalia en Lisboa y debutó en Bayreuth dirigiendo «Valquiria». ¿Hay quien le gane? En Bayreuth fue abucheada una vez más Katharina Wagner, ahora por «Tristán», Alagna puso piés en polvorosa y Thielemann batió todos los récords como director. Sin embargo, en Salzburgo empieza el otoño con problemas ya que quieren nombrar nuevo intendente para el Festival de Pascua a alguien próximo a Petrenko, su gran adversario, lo que podría suponer la salida de la orquesta de Dresde y el regreso de Berlín con su titular al frente. Estos triunfaron en los Proms londinenses y Salzburgo, festival que no logra recuperar su brillante pasado. En los festivales e inicios de temporada españoles brilló el estreno de «Fuenteovejuna» en Oviedo y la recuperación de «Il Pirata» en Coruña. Pedro Halffter, que triunfó en Torre del Lago junto a Giancarlo del Monaco en «Tosca», tendrá que despedirse de la Maestranza no sin llanto. Para llanto el que, en memoria de «Pescaíto», estrenó su padre. Gustavo Gimeno se vió nombrado titular en Toronto y Jesús Iglesias director artístico de les Arts. A Lluis Pasqual le echaron los independentistas del Lliure y Antonio Moral decidió despedirse del CNDM tras una brillantísima gestión. A Lissner le dijeron que no renovará en París y en la Scala confirmaron a Pereira. Ópera XXI decidió seguir la estela de los Premios Líricos Campoamor.

Continuó el #MeToo con Gatti y Zeffirelli, mientras la Filarmónica de San Petersburgo y Argerich apoyaron a Dutoit y surgió un movimiento de recuperación de la valía artística de Levine. ¿Qué habría sido de Bernstein si hubiera cumplido los cien años que celebramos? ¿Cuándo saldrán otros nombres que todos conocemos? En Eslovaquia multaron a un ciudadano por bombardear a la vecindad con «La Traviata» de Plácido a todo volumen y en Pollensa a otro, machacando con Haendel. ¿Cuándo a quienes llevan loros a las playas? En Israel hubo rebelión cuando la radio emitió a Wagner.

Glenn Gould renació con un vídeo de la «Resurrección» malheriana y Callas con un concierto en holograma. Zubin Mehta se recuperó milagrosamente y apareció en Florencia y Nápoles. Montserrat Caballé tuvo que ser ingresada. Nos dejaron, entre otros, Inge Borkh, Aretha Franklin, Tito Capobianco, George Walker y Noam Sheriff. No fue poco lo acaecido.