César Vidal
Rajoy los tiene infiltrados
Es sabido que una de las maneras más seguras de vencer al enemigo consiste en infiltrarlo. La red Lucy tenía infiltrado el Alto mando del III Reich y los planes bélicos apenas tardaban unos minutos en llegar a la mesa de Stalin. «Lobo», un infiltrado policial en ETA, propició la detención de numerosos terroristas. Los ejemplos podrían multiplicarse. Personalmente, hace tiempo que llegué a la conclusión de que Rajoy tiene un infiltrado en el PSOE. Quizá a algunos les resulte inverosímil, pero les ruego que tengan la paciencia de considerar algunos datos. Por ejemplo, la lista del PSOE a las elecciones europeas está encabezada por una persona que ni siquiera acabó el primer año de carrera, eso para ir a parar a una institución donde los titulados de nivel son lo habitual y donde el conocimiento de idiomas resulta esencial. ¿Salvo un maquiavélico Rajoy, quién podría haber adoptado semejante decisión? Si se sigue examinando la lista aparece Jáuregui, un personaje, sin duda, piadoso, pero que se ha caracterizado siempre por defender lo indefendible y, por regla general, fracasar en sus empeños. ¿Salvo Rajoy, quién habría pensado en Jáuregui dado su deplorable currículum? Descendamos un poco en la lista y nos encontramos con José Blanco, más conocido como el hombre que se reunía en las gasolineras. Tampoco pasó de primero de carrera –¡qué obsesión! – y fue además mano derecha del nefasto ZP, de infausta memoria. ¿Salvo Rajoy, a quién se le ocurriría incluir a ese chicharro –por utilizar el lengua de la bolsa– en las listas del Parlamento Europeo? Claro que si siguen examinándola hasta van a encontrarse a un musulmán me temo que ni siquiera ha nacido en Europa. De nuevo, ¿salvo Rajoy, quién habría dado un paso semejante con lo que sucede en nuestra frontera más sureña? Y esto son sólo botones de muestra. Porque cuando escucho a Rubalcaba tengo la convicción de que sus discursos los redacta un infiltrado de Rajoy para facilitar la victoria del PP. Y eso por no decir nada de cuando el PSOE se empeña en apoyar a las franquicias de ETA – obra de otro infiltrado pepero, sin duda– o en seguir un rumbo en Cataluña, diseñado, sin duda, por sus peores enemigos. Y podría multiplicar los ejemplos dirigiendo la mirada a Valencia y a Murcia, a Madrid y a Andalucía, a Asturias y a Extremadura... Los discursos, los movimientos, las consignas, los personajes... No digo que no pueda estar equivocado. Quizá. Pero para mí que Rajoy los tiene infiltrados.
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