Iñaki Zaragüeta

Rus suma méritos

Me consta que la Dirección Nacional del PP ha tenido conocimiento -con grata recepción, por cierto- del trabajo realizado por el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, para que Rafael Blasco desistiera de provocar una distorsión orgánica en el seno del grupo popular de Les Corts Valencianes a través de la votación sobre su expulsión. Así me lo hizo constar ayer mi amigo Rogelio, quien me ha demostrado en repetidas ocasiones tener excelentes contactos en la calle Génova, sede central del partido que preside Mariano Rajoy y cuyas riendas lleva en estos momentos María Dolores Cospedal.

Es conocido que a los dirigentes de las organizaciones políticas no les gustan los altercados internos. La imagen de unidad es esencial para ellas. De ahí que Rus sume un activo más ante la cúpula madrileña y haya eliminado la posibilidad de haberse distinguido con su ausencia al fallido cónclave. Por otra parte, Blasco se marcha y se deja un avalista para abrirle la puerta de retorno si su calvario procesal acaba en absolución.

La votación para despedir a Blasco no beneficiaba especialmente a nadie y, sobre todo, dejaba insatisfechos a muchos, a quienes estaban obligados a votar contra un compañero en base a argumentos suficientes y discutibles. El final ha hecho a felices a todos e incluyo en ellos al propio afectado. Alberto Fabra ha logrado lo que quería y el tiempo dirá si se lo agradecerá a Rus quien, según Rogelio, de un tiempo a esta parte cuida más las apariencias, con ternos gris marengo y azul marino. Así es la vida.