Paloma Pedrero

Ser becario

Dice la «wiki » que el concepto moderno de becario se aproxima al de un estudiante que dentro de un organismo público o privado puede realizar prácticas en empresas, ya sea con retribución económica o sin ella, y con el objetivo de ir adentrándose en el mundo laboral o prestando el conocimiento obtenido en sus estudios para desarrollar proyectos o investigaciones. Ser becario ya es ser algo. Es ser alguien que ha podido estudiar y que tiene la suerte de encontrar un lugar en el que practicar lo que eligió. Ahora con el paro a lo bruto, y la falta de dinero, muchas empresas no pueden becar económicamente a los becarios, no pueden cotizar por ellos, por lo que ha bajado considerablemente esta actividad. Los intereses políticos están en pugna. Educación está porque se les llame aunque sea sin cobrar. Empleo dice que no, que se ha de cotizar por ellos, eso les interesa porque es una forma de bajar las estadísticas de paro, una forma falsa, claro. Y al final, como siempre, sale perdiendo la ciudadanía de a pie, la muchacha o el muchacho que se queda sin un ejercicio fundamental, practicar lo estudiado. Personalmente, creo que lo óptimo sería que los becarios tuviesen algún tipo de bonificación, ya sea en comida, transportes y demás. Si la empresa tiene recursos y puede también pagarle algo, miel sobre hojuelas. Pero lo fundamental es que los jóvenes aprendan, que los directivos sean generosos y les procuren enseñanza, que el tiempo de estancia sea definido, que la empresa tome en cuenta los modos y talentos de estos chicos para contar con ellos cuando necesite contratar personal. Un aprendiz no es un trabajador, no hay que darle esa responsabilidad. Un aprendiz es futuro.