Angel del Río

Sublevados

Los madrileños se sublevaron hace 205 años contra las tropas invasoras de Napoleón, y algunos políticos madrileños se sublevaron ayer contra una encuesta cuyos resultados invadían el sosiego de una mañana de fiesta. Los que sienten invadida su seguridad de conseguir los resultados deseados se levantan contra las intenciones de voto que pueden despojarles del escaño. Hay encuestas cuyos resultados envenenan los sueños. La que se coló ayer en la fiesta autonómica en la Real Casa de Correos es de esas que a la salida hace que cada uno cuente la feria según cree que le ha ido. El sondeo indica que el Partido Popular perdería la mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid, pero los populares hacen una lectura ventajosa: si a dos años vista de los próximos comicios electorales, y con lo que está cayendo, seguimos siendo el partido más votado, la cosa pinta bien, porque queda tiempo para la recuperación, que en Madrid depende mucho de la capacidad de recuperación que a nivel nacional tenga el Gobierno de Rajoy. Para UPyD e Izquierda Unida, éstas son las encuestas que de ser niños pedirían en sus cartas a los Reyes Magos, porque ambas formaciones experimentan un importante crecimiento y pueden convertirse en llave de gobierno, ya sea para el piso de la izquierda o el de la derecha. La peor parte de sondeo se la lleva el PSM, que con su líder Tomás Gómez a la cabeza, se rompería la crisma, alcanzando los peores resultados de su historia. Un socialista, no pesimista, sino optimista bien informado, me comentaba ayer: «Si en el peor momento del PP, cuando como oposición deberíamos estar recogiendo el desgaste de los populares, resulta que seguimos bajando, apaga y vámonos». Y Tomás Gómez, antes de irse a la paellada, intentaba poner buena cara al mal tiempo demoscópico.

Todos los años, la celebración del 2 de Mayo en la recepción de la Real Casa de Correos suele tener algunas novedades anecdóticas. Este año también: debut de Ignacio González como anfitrión; no ha habido el tradicional besamanos, y por culpa de la crisis, ha sido el peor año para los canaperos de salón, a pesar de haber menos asistentes, pero es que el puente hace estragos y el personal se desborda por las carreteras, camino de cualquier parte. Estuvo el ministro Gallardón, más a título personal que otra cosa, como ex presidente regional y como ex alcalde, pero ninguna otra representación del Gobierno. Se esperaba a Rajoy, pero como ocurrió en su día con Zapatero, no se había enterado de que en su Comunidad era fiesta; recepción oficial a las autoridades y encuesta para saborear a la carta.