Toni Bolaño

¡Vaya semanita!

Por mucho que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se empecine no es el portavoz de la Unión Europea. Por mucho que manipule, tergiverse y retuerza, la posición oficial de la UE es clara. «Si un territorio de un estado comunitario declara su independencia deja de pertenecer a la UE y se convierte en un país tercero» para añadir «en caso de secesión las normas europeas dejan de aplicarse». Mas no ha tenido suficiente y ha traspasado la delgada línea del ridículo. Decir que la UE no puede prescindir de Cataluña porque «ya se ocuparán ellos de no hacerse daño» es grotesco. Las fantasías ególatras no le hacen ver la realidad.

Con la UE señalando la puerta de salida, la entelequia de Cataluña, nuevo estado de Europa, cae por su propio peso. Barcelona World, el macroproyecto estrella, puede quedar en agua de borrajas. Y seguramente no será el único. Ni ERC le ha valido esta vez de tabla de salvación. CDC hizo esta semana a través de «La Vanguardia» –diario de cabecera subvencionado– una oferta a ERC para ir juntos a las europeas. La operación parecía inspirada en «Rompetechos». No sólo Mas se ha llevado un portazo de los republicanos sino que la Unió de Duran está que trina. Tanto, que el líder democristiano ha cerrado su blog harto de insultos independentistas, de los mismos que se llenan la boca con el derecho a decidir pero que despellejan a todo aquel que se atreve a pensar por sí mismo y, encima, discrepa.

A pesar de todo, Duran ha vuelto a hacer su enésima llamada al diálogo. A Mas y a Rajoy. Sabe que sólo la legalidad puede dar cobertura a un derecho a decidir que se viste de galas democráticas. Sin embargo, esta semana hemos sabido que es sólo un invento. Una chorrada en expresión del ex director de la Fundación CatDem, Agustí Colominas, que reveló que el derecho a decidir es un invento para camuflar el derecho a la autodeterminación que en el derecho internacional está pensado –única y exclusivamente– para las colonias. Vaya semanita president Mas.