Julián García Candau

Vence y divierte

Alguien ha dicho que el Barça aburre por lo mucho que gana. También se podría afirmar que el Atlético divierte por lo bien que vence. El Atlético no sólo se ha clasificado, sino que lo ha hecho como líder de su grupo. El equipo barcelonés siguió con la falta de emoción de los últimos encuentros. Solamente Neymar pone chispa. Lleva en el ADN la cuota correspondiente a la imaginación, al toque artístico. Antes de que medio se cayera y el árbitro pitara penalti, hizo un par de gestos de los que deslumbran, aunque momentáneamente sólo sean brindis al sol. Pero es de agradecer que entre tanto ataque lento y juego horizontal alguien imponga más velocidad e ingenio. En la segunda parte hizo la jugada de la noche, aunque falló el remate.

En el Atlético las loas ya son también habituales. Es tal vez el equipo europeo más en forma. Cierto que el entrenador no puede echar mano de grandes relevos porque la plantilla no da para ello. A cambio, cada participante aporta el deseo de su entrenador de jugar siempre con el corazón por delante. No tardó mucho en tomar ventaja y al descanso ya tenía el 3-0 de Miranda, Raúl García y Filipe Luis. Le costó más al Barça. Tuvo que marcar Messi de penalti y Busquets en remate de falta sacada por Xavi. Dos goles a balón parado. El segundo de Messi si fue al estilo de la casa. Al Atlético no le cuesta demasiado marcar y al Barcelona poco que le marquen. El autogol de Piqué fue una desgracia, pero el Milán, que está lejos del que vapuleó a «La Quinta del Buitre», creó inquietud hasta el tercer tanto.

Diego Costa estuvo siempre presente. Leo Messi no volvió del todo; pero entreabrió la puerta.