Restringido

Y Podemos también

Socialistas y populares dicen una cosa con respecto a los suyos que tienen cuentas pendientes con la Justicia, o cuando menos con la ética, y luego hacen otra protegiéndose en el más puro estilo corporativista. A eso Podemos le ha llamado, y con una jeta de hormigón armado siguen haciéndolo, la casta. Y mientras, sus miembros más destacados cada día nos sorprenden con alguna nueva «guarrerida española», que diría Chiquito de la Calzada. Claro que las «guarreridas» de esta nueva/vieja casta de profesores universitarios con escaso gusto por los doctorados y las oposiciones a cátedra son mucho más venezolanas que españolas. La Venezuela dictatorial de Chávez, gobernada ahora por una caricatura de dictadorzuelo que tendría su gracia si no fuera por los muertos en las calles y los presos políticos en las cárceles, incluido el alcalde de Caracas, que evidentemente es un golpista porque lleva traje y corbata y no un chándal de mercadillo como Maduro. El espectáculo que los dos grandes partidos tradicionales llevan años dando con los imputados a los que a veces dejan caer, mientras otras aseguran que hay que esperar a la apertura de juicio oral, en una flagrante contradicción que a veces obedece al simple interés político cuando no al miedo a rozarle un pelo a un intocable de la organización, parece estar lejos de terminar, aunque es cierto que algunas cosas si se han hecho tanto desde la calle Génova como desde la de Ferraz. Y es ahora en esta última donde es posible que Pedro Sánchez se esté jugando sus opciones de llegar a La Moncloa por sí mismo y no por una ola de aguas negras sobre las que hacen surfismo político junto a los chicos de Pablo Iglesias algunos influyentes aficionados a jugar a aprendices de brujo. Son influyentes, con sueldos y contratos millonarios, pero sin la clase de la vieja «gauche divine».