El trípode

Entre «cupos» anda el juego

Los «plurinacionales progresistas» de Yolanda, porque ellos también tienen su propio «cupo» con sus cinco ministerios.

La financiación «singular» de Cataluña es tan «singular» que el Gobierno afirma que es generalizable a todas las autonomías, lo que es un planteamiento más propio de la metafísica que de la economía. Bien es cierto que de momento ni ERC ni Junts, ni las autonomías socialistas –ni por supuesto las gobernadas por el PP–, lo apoyan, aunque no por ello van a desalojar a Sánchez de La Moncloa, sus incondicionales socios y aliados. Esa «singularidad» es, como decimos, tan «original», que hasta los propios funcionarios, inspectores encargados de la política tributaria, exigen el cese de María Jesús Montero, la vicepresidenta primera, ministra de Hacienda, vicesecretaria general del PSOE y candidata a presidir la Junta de Andalucía. La cual, pese a su locuacidad y pluriactividad, ha estado durante estos días muy silenciosa, incluso cediéndole al ministro de Política Territorial, Víctor Torres, el protagonismo de la presentación en Cataluña de su solidario y singular «cupo». Quizás sea porque haya considerado que sus paisanos andaluces no serán fáciles de convencer de que ese singular «cuponazo» es profundamente solidario con ellos. En cuanto a Junqueras, –indultado porque no se fugó y fue juzgado y condenado– además de amnistiado, ya ha dicho que no le aprobará a Sánchez los Presupuestos de 2026, lo que no es ninguna novedad para él, siendo su Gobierno un objeto inútil desde 2023, al carecer de ellos. Por su parte, el PNV y Sumar no se han pronunciado; los vascos porque ya tienen su propio cupo y los «plurinacionales progresistas» de Yolanda, porque ellos también tienen su propio «cupo» con sus cinco ministerios. De todas formas, el lehendakari Pradales salió anteayer de La Moncloa pidiéndole a su líder que se ponga «manos a la obra» para transferirle la gestión de la Seguridad Social. Para lo que ha tenido tiempo desde que llegó a La Moncloa en 2018 gracias a sus votos, y desde entonces allí le mantienen contra viento y marea; pues saben que otro personaje como el que tienen colocado –residiendo allí y viajando en el Falcon–, sometido totalmente a sus intereses políticos, no lo van a volver a encontrar en mucho tiempo. Y por eso ahora –y no como en la censura al gobierno del PP– son tan tolerantes con su corrupción. Y para que no quepan dudas respecto a ese auténtico «cuponazo» prometido a ERC, el propio Josep Borrell, no dudoso ni de su competencia en la materia, ni de su afinidad ideológica, se ha mostrado contundente contra ese singular modelo de financiación: «Ningún Estado puede renunciar a los ingresos tributarios en una parte de su territorio». Y que «Andalucía está peor financiada que Cataluña».