La situación
Las decisiones incómodas de Feijóo
«Feijóo se mostró firme cuando le dijo al líder socialista desde la tribuna del hemiciclo que “cuando le fallen sus socios, no me busque a mí”»
A lo largo de este miércoles sabremos si Pedro Sánchez –en un nuevo episodio de su conocida afición por el «más difícil todavía»– consigue aprobar los decretos leyes que ha llevado al Congreso. Necesita el apoyo de todos sus socios parlamentarios y algunos han decidido apretar las tuercas a Sánchez. El presidente ha conseguido los votos suficientes para su investidura, pero el altísimo precio que ha pagado no le sirve para asegurarse el éxito en las votaciones que se desarrollen durante la legislatura.
Este escenario no es nuevo para Sánchez, que está acostumbrado a hacer política peligrosamente, y no le ha ido mal. La duda es si haber ganado repetidas veces apostando a un solo número en la ruleta asegura que siempre ocurrirá lo mismo, o si llegará un día en el que aparezca la guadaña de la derrota.
Cuando esa amenaza se haga presente, ocurrirá lo mismo que estos días: el PSOE hará llamamientos chantajeantes al PP para que salve los muebles de Sánchez con un voto afirmativo o una abstención, con el señuelo de que aquello que se pretende aprobar será beneficioso para las comunidades autónomas, que en su mayoría están en manos de los populares. Y, ciertamente, en ocasiones Feijóo se enfrentará a un dilema incómodo: el de dar oxígeno a Sánchez –que jamás da oxígeno a nadie–, o ser acusado de votar que no por votar que no, aunque eso suponga autolesionarse.
En la sesión de investidura del presidente, en el mes de noviembre, Feijóo se mostró firme cuando le dijo al líder socialista desde la tribuna del hemiciclo que «cuando le fallen sus socios, no me busque a mí». No será fácil sostener ese criterio con determinación a lo largo de una legislatura completa. En la anterior, PP y Vox salvaron varias veces a Sánchez de un inminente naufragio frente a sus levantiscos socios, especialmente cuando se trataba de asuntos de Estado, como la Monarquía o la guerra de Ucrania. Ahora, con Puigdemont como socio imprescindible de Sánchez, la Carrera de San Jerónimo es un polvorín para el presidente, pero también obligará a Feijóo a tomar decisiones incómodas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar