El trípode del domingo

Domingo de la Divina Misericordia

En continuidad histórica con la Consagración del mundo al SCJ por León XIII en 1899, y al Inmaculado Corazón de María por Pío XII en 1942, él consagró el mundo a la Divina Misericordia en el Santuario de Cracovia el 17 de agosto de 2002

Hoy, segundo Domingo de Pascua, en el calendario litúrgico de la Iglesia es una fiesta muy señalada: el Domingo de la Divina Misericordia. La Providencia quiso servirse del polaco Karol Wojtyla para que años después, siendo ya el papa Juan Pablo II, estableciera esa fiesta y esa particular devoción que el Señor había dado a conocer en los anteriores años 30 escogiendo para ello a una joven religiosa, compatriota del entonces joven seminarista Wojtyla: hoy Santa Faustina Kowalska. Lo dio a conocer en una Polonia de hondas raíces cristianas y que padeció en sus carnes los dos grandes regímenes políticos totalitarios del siglo XX, el nazismo y el comunismo. Santa Faustina lo dejó escrito en su Diario, hoy lectura muy recomendable para conocer la hondura de esa extraordinaria devoción que le fue revelada. Falleció muy joven a los 33 años en su convento de Cracovia el 5 de octubre de 1938, localidad muy cercana a la natal de Wojtyla y en la diócesis de la que será arzobispo, cuando fue elegido Papa el 16 de octubre de 1978, tras fallecer Juan Pablo I a los 33 días de suceder a Pablo VI. Precisamente esa proximidad favorecerá que Wojtyla durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial, siendo seminarista acudiera a rezar ante la tumba de Faustina y conociera esa devoción. Muy Providencial todo ello para que como titular de la diócesis de Cracovia promoviera su proceso de beatificación que fue suspendido por la Santa Sede, la cual fue levantada por él mismo al ser elegido Papa. Su singular vínculo con esa devoción le llevó a beatificarla en 1993 y canonizarla en 2000 y promover la devoción al rezo de la coronilla de la DM transmitida por Santa Faustina. En continuidad histórica con la Consagración del mundo al SCJ por León XIII en 1899, y al Inmaculado Corazón de María por Pío XII en 1942, él consagró el mundo a la Divina Misericordia en el Santuario de Cracovia el 17 de agosto de 2002. Ese vínculo quedó reafirmado todavía más, si cupiera, cuando san Juan Pablo II partió al cielo el 2 de abril de 2005. Ese día fusionó sus dos grandes devociones: Fátima -al ser primer sábado de mes- y la DM siendo ya la fiesta litúrgica de ese domingo al fallecer a las 21:37h y cuya misa se celebró estando en su lecho de muerte. Gran papa, santo y mariano, recogido en su lema pontificio «Totus tuus» (Todo tuyo), dirigido a la Virgen María y promovido por san Luis María Grignon de Montfort que lo conoció del español san Simón de Rojas y canonizado también por él.