
Sin Perdón
Conde-Pumpido, el servil jurista del sanchismo
«Los juristas no podemos respetar a alguien que tiene un comportamiento tan indigno y arbitrario»
Dentro de unos años, a Conde-Pumpido solo se le recordará como el magistrado que cometió la felonía de aprobar una amnistía inconstitucional. Un hombre que renunció al honor, la dignidad y la ética para servir a Sánchez en contra de los intereses de España. En el momento en que valide este despropósito tendrá el honor de figurar en un lugar destacado en la lista de los traidores que han actuado en contra de su patria. Ni siquiera lo hace movido por buenas intenciones, como sucedió con los afrancesados que sirvieron a un rey ilegítimo e ilegal como José Bonaparte. Me merecen más respeto que Conde-Pumpido, Segoviano, Montalbán, Díez, Sáez y Balaguer. El peor de los afrancesados fue más patriota y mostró mayor dignidad que estos juristas han optado por convertir el Tribunal Constitucional en una marioneta al servicio del sanchismo. Me recuerdan a los famosos serviles que dieron la espalda a la Constitución de 1812 y fueron en contra de la obra de las Cortes gaditanas. Eran defensores del absolutismo, como Conde-Pumpido del autoritarismo de Sánchez, y querían la restauración de Fernando VII con todo el poder que tenía un monarca del Antiguo Régimen. Lo hubieran hecho conde de la Real Felonía. La Comisión Europea ha criticado la ley de amnistía, porque no responde al interés general y es una autoamnistía. Pumpido debería tomar buena nota. Por supuesto, se considera el mejor jurista de la Historia, pero «dime de qué presumes y te diré de qué careces». Los elementos que configuran la inconstitucionalidad de la norma son incuestionables. Este último informe es muy clarificador y responde al sentido común. Lo peor no es la felonía que cometerá, sino la mutación constitucional que ha emprendido como si fuera una ley más que se puede interpretar y modificar por intereses políticos espurios. Me gustaría escuchar al presidente del Constitucional criticar las constantes agresiones contra el Estado de Derecho o recordar la obligación de presentar el proyecto de Presupuestos. Los juristas no podemos respetar a alguien que tiene un comportamiento tan indigno y arbitrario. No merece llevar una toga. Desde que asumió el cargo hasta ahora no ha hecho nada que desmienta mis críticas. No me sorprende que siga los pasos de su señor y se haya bunkerizado.
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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