
Ministerio de Asuntos Exteriores
Mensajes separatistas de «patas cortas»

Hay que darle la importancia que tiene a la protesta diplomática presentada por el Gobierno francés a causa de la declaración aprobada por el Parlamento de Cataluña el pasado mes de octubre, en la que se incluía una parte de la región de los Pirineos Orientales –el Rosellón– en la «Gran Cataluña» y se reclamaba su derecho a decidir y a la autodeterminación. Era evidente que la República francesa no iba a pasar por alto una injerencia política que pone en duda la integridad de la nación, mucho menos procediendo de una institución del Estado español como es el Parlamento catalán. Por supuesto, la nota de protesta verbal se ha dirigido a nuestra Embajada en París, puesto que el Gobierno es el único interlocutor que reconoce el resto de las capitales europeas cuando se tratan asuntos relacionados con las comunidades autónomas españolas. Quienes, desde el separatismo catalán, insisten en que una Cataluña independiente no tendría el menor problema para mantenerse en la Unión Europea deberían hacer acuse de recibo de lo que significa que Francia haya reaccionado a la menor insinuación de un cambio en «statu quo» continental. Frente a la realidad no se sostienen los mensajes de «patas cortas» de los partidos independentistas que, por lo menos, deberían ser honrados con sus votantes.
✕
Accede a tu cuenta para comentar

El "no" por respuesta