Felipe González da una lección a Pedro Sánchez

Ni siquiera la morcilla piadosamente metida a calzador para criticar de oficio a Mariano Rajoy logra atenuar la sensación de bochorno que debe sentir el actual secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tras la lectura de la «Carta a los catalanes» que publicó ayer el ex presidente del Gobierno Felipe González en «El País». Todo el texto puede resumirse en una frase del viejo líder socialista, cuando afirma que las diferencias políticas con el actual Gobierno de Mariano Rajoy «no me pueden llevar a una posición de equidistancia entre los que se atienen a la ley y los que tratan de romperla», y advierte de que los separatistas «no conseguirán, rompiendo la legalidad, sentar en una mesa de negociación a nadie que tiene el deber de respetar y hacer cumplir la ley». Debería tomar nota el nuevo secretario general socialista de las advertencias y consideraciones de su augusto predecesor. Porque por encima de cualquier otra consideración, es el respeto a la legalidad lo que pretende conculcar un representante político como el presidente de la Generalitat, Artur Mas, obligado a defenderla.