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Grecia hace equilibrio populista en el alambre

El Gobierno griego se ha acogido a un subterfugio legal para refundir todos los pagos que tiene que hacer al FMI –1.500 millones de euros– y abonar la deuda a finales de junio. Atenas insiste en sus equilibrios en el alambre, a ver si la UE flexibiliza aún más sus condiciones, hasta que sean irrelevantes. Cuenta con una baza: la aversión de Bruselas a una salida griega del euro, de mayor trascendencia política que económica. Pero los números no cuadran. Una economía en bancarrota no puede aumentar el gasto público.