Crisis bancaria

Los inversores temen el separatismo de Mas

El futuro de Catalunya Caixa (CX), la segunda caja catalana, sigue siendo una incógnita después de que se ofertara su compra hace más de un año. El motivo es el temor de los inversores a las consecuencias del proceso soberanista, lo que ha provocado que las ofertas recibidas por el FROB sean a la baja. El plan de privatización, con el que quería recupear las ayudas públicas recibidas por CX –que ascienden a 13.000 millones–, está prácticamente parado. Este hecho debería hacer a reflexionar a Mas sobre las consecuencias de un separatismo de incierto futuro.